Hablar de idoneidad es referirse a la aptitud, buena disposición o capacidad que algo o alguien tiene para un fin determinado. Se habla también de idoneidad cuando se considera que alguien es adecuado, apropiado o conveniente, para desempeñar determinados cargos o funciones dentro de una organización.
La idoneidad fÃsica y moral son requisitos para que una persona esté cualificada para un puesto de trabajo. En algunos casos, la empresa exige la presentación del tÃtulo profesional que acredite su formación académica además del certificado de buena conducta moral y fÃsica, un "Certificado de idoneidad".
En tanto que Idoneidad y ética son cánones o principios de conducta que se articulan y ajustan entre sÃ.
La idoneidad es una energÃa interior cuyo significado es infundir confianza y certidumbre en sà mismo, su naturaleza se puede armonizar con valores como la honradez, fortaleza, integridad, prudencia y dignidad, cuya agrupación armónica da como fruto lo que la sabia filosofÃa griega conoció con el nombre de virtud, por tanto tiene estrecha connotación con la virtud, de la prudencia y fortaleza para combatir y delatar la corrupción, es evidente que, por parte de los entes de control, deberÃan seleccionar y formar a sus servidores con un profundo sentido ético-polÃtico pues de ellos depende que se alcance el ideal de la comunidad social.
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Si un Estado otorga primordial importancia a la función de control de la corrupción es evidente que el acceso a dicha función de control debe ser concedida solamente a una minorÃa selecta y cuidadosamente preparada a través de una esmerada educación en principios cientÃficos y en valores éticos, de tal forma que la voz o la conducta correcta del servidor de control, luego se transforme en la voz de una comunidad golpeada por la corrupción, pobreza e inequidad. Ese es el significado de la idoneidad. Entonces la idoneidad demanda una actitud o disposición interna como una sólida competencia y compromiso con la sociedad o "contexto".
Todas las instituciones de un Estado con deseos de desarrollo cualitativo necesariamente debe buscar la idoneidad moral y profesional de sus servidores por medio de la capacitación y del aprendizaje con el contexto social, como medio para alcanzar la idoneidad ética y profesional, que en buena parte se encuentra ausente de la actividad educativa universitaria.
La falta de conciencia en valores y principios éticos hace que todo profesional que ingresa a una labor de fiscalización sienta temor por la responsabilidad que tiene ante los actores sociales a quienes debe vigilar y controlar, porque se ven a sà mismos como no idóneos, es decir, carentes de valentÃa moral
La idoneidad, como ideal de la Institución y de sus funcionarios, adquiere su máximo significado y valor como equivalente de capacidad, aptitud, talento, suficiencia y sabidurÃa.
La idoneidad como principio de rectitud deberÃa servir como un mecanismo de control de actividades laborales con eficiencia y eficacia donde estén incluidos el talento y suficiencia para crear conceptos, metodologÃas, proposiciones, y estructuras de desarrollo intelectual y superación económica.
Es indispensable tomar en cuenta la idoneidad como sabidurÃa y fortaleza, que se constituirÃa en el sustento del saber y del saber controlar las actitudes del conglomerado de servidores públicos para contribuir en la toma de decisiones en la entrega total a su fuente de trabajo con seriedad, responsabilidad, talento y sabidurÃa, donde la idoneidad lo convierta en el lÃder extraordinario y triunfador. Estas actitudes merecerán el reconocimiento de las instancias superiores que servirá de incentivo y aliciente en el desarrollo de su récord profesional. Ser idóneo es ayudar a los perdedores para reducir el ejército de fracasados sumidos en un mundo carente de virtud y valor, recordando que las tareas fáciles se encuban en la mediocridad, en la orfandad de principios.
La idoneidad alimenta la unidad familiar e institucional y donde hay unión, hay triunfo, donde fortalece el hablar bien de todos porque incentiva la práctica de los valores, de la honestidad y la ética que son un torrente interno muy vigoroso que moviliza los piñones de la conciencia, edifica fortaleza personal, engrana las piezas del alma. Ser idóneo es diseñar estrategias para tener claridad y saber por dónde ir y a dónde llegar, disfrutando rosas y sorteando espinas. Idoneidad es resolver problemas, es la planificación permanente, investigación continua, puntualidad en el cumplimiento de las tareas, optimización del tiempo y valorar la inteligencia,
Ser idóneo es labrar las propias herramientas de trabajo, principalmente virtudes y calidad, diamantes de los triunfadores, y con ellas ser triunfadores. Para conseguir un paÃs de triunfadores y exitoso habrá de trabajar en la Idoneidad, y para trabajar con Trasparencia habrá que obtener hombres limpios que mucha falta hace.