Jueves 20 de octubre de 2016
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"Si todos los caminos conducen a Roma, todas las monedas conducen a Potosí". La frase fue acuñada por el escritor Homero Carvalho en los días previos a la primera Convención Internacional de Historiadores y Numismáticos que se realiza en la Villa Imperial.
La convención, a la que sus organizadores denominan "megaevento", se realiza esta semana pero tuvo programas preparatorios, generalmente conferencias que fueron dictadas en las principales ciudades del país. Su importancia radica en que reúne, por primera vez, a los más reconocidos especialistas en numismática de Iberoamérica. También participan historiadores debido a que el estudio del pasado es inseparable del de las monedas.
Nunca un lugar fue tan apropiado para una reunión de esta naturaleza. Si bien hubo casas de moneda en todo el mundo, la de Potosí fue la más importante debido a los volúmenes acuñados y a la calidad de la plata utilizada.
El yacimiento argentífero del Cerro Rico todavía contiene importantes reservas, tantas que los expertos afirman que, explotadas racionalmente, podrían durar otros 500 años. Las de mayor calidad fueron extraídas en tiempos coloniales, se fundieron y acuñaron en la Casa de Moneda. Barras de plata y monedas salían con frecuencia en cargamentos de mulas que llegaban hasta el puerto del Callao y allí se embarcaban en galeones que zarpaban a España. No todos llegaban a destino porque unos eran asaltados por piratas y otros se hundían por efecto de las tormentas. Eso dio lugar a los tesoros en el fondo del mar.