Adolescentes embarazadas

Un fenómeno social muy preocupante en Bolivia, se refiere a los embarazos de adolescentes. En el año 2015, el Viceministro de Igualdad de Oportunidades, Juan Antonio Pérez, informó que se registran a diario 246 embarazos no planificados en adolescentes menores de 20 años siendo Bolivia uno de los países con mayor número de embarazos adolescentes. Ante estos alarmantes números y con el objetivo de reducir esta cifra, el Gobierno propone un plan de prevención.

El Programa de Educación Sexual Integral, que deberá ser acoplado al programa de los establecimientos educativos, consiste en una visión integral de políticas públicas, políticas de trabajo y desarrollo productivo, educación sexual y lucha contra la violencia, entre otros puntos. Considera importantes las acciones preventivas de embarazo adolescente, pero también las acciones de apoyo por parte del Estado para mejorar la calidad de vida de las jóvenes embarazadas.

Recordemos que hay también organizaciones privadas que proponen enfatizar la educación sexual de los adolescentes. Si bien en principio esta propuesta no es rechazable, hay que examinar cuidadosamente su contenido, ya que algunas instituciones que se basan en la "ideología del género" de inspiración liberal hedonista. De hecho hay también en Bolivia asociaciones que promueven la Campaña 28 de septiembre para despenalizar y legalizar el aborto.

Por eso el contenido de algunos programas escolares está inficionado por esa ideología que considera recomendables los actos sexuales siempre que no haya violencia y se utilicen medios anticonceptivos seguros.

No faltan propuestas de poner en los baños de los colegios máquinas dispensadoras de preservativos que faciliten su adquisición de manera anónima. No se dan cuenta de que los preservativos no son totalmente seguros y que además esta propuesta tendrá un efecto boomerang, ya que dará a los adolescentes un argumento para obligar a las chicas a tener relaciones porque "no pasa nada".

En cuanto a la violencia y el aborto, el Viceministro Pérez dijo que se cumplirá la Sentencia Constitucional 206/2014, que afirma el respeto a la vida desde la concepción. Sin embargo también indica que "esta sentencia establece la interrupción legal del embarazo en casos de violación, incesto, estupro, riesgo de vida de la madre, pero también prevenir violencia sexual y toda forma de violencia".

Nos parece que el Viceministro no capta la flagrante contradicción que encierra esta sentencia que, si bien proclama derecho a la vida de los infantes todavía por nacer, los condena a muerte cuando son fruto de una relación sexual forzada o con riesgo para la madre. Con ello se deja a los infantes por nacer, totalmente inocentes, en una total indefensión. De hecho ya se están realizando "abortos legales", ignorando que son crímenes abominables, tal como la Iglesia Católica condenó.

Recordemos que esta sentencia abortista del Tribunal Constitucional responde a la demanda de la parlamentaria masista Patricia Mansilla para reformar algunos artículos del Código Penal, Fue financiada por IPAS, institución estadounidense que promueve en ámbitos rurales y periféricos el aborto por aspiración manual endouterina (AMEU). Entre ellos estaba el Art. 266, referido al aborto impune que ahora puede ser realizado sin necesidad de iniciar un proceso penal. Ya se han comenzado a realizar abortos amparándose en esta sentencia inicua.

No olvidemos que hay que respetar "el derecho de las madres y padres a elegir la educación que convenga para sus hijas e hijos", establecido en el artículo 88. II de la Constitución Política de Bolivia. El cristianismo y también la mayoría de las culturas autóctonas bolivianas enfatizan el respeto a la vida humana desde la concepción y por lo tanto el rechazo del aborto, ahora llamado eufemísticamente "interrupción del embarazo". Igualmente hay que educar a los adolescentes en el respeto a la dignidad de las relaciones sexuales que por su misma naturaleza deben están reservadas sólo dentro del matrimonio en un compromiso de amor fiel e indisoluble.

De nuevo tenemos que indicar, tal como la Iglesia Católica proclamó en el Concilio Vaticano II que: "La vida desde la concepción ha de ser protegida con el máximo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables" (GS 51). Posiblemente la adolescente no es plenamente consciente de que aborto es matar a su propio hijo por nacer y por lo tanto no cometa un pecado grave sancionado con la excomunión. Sin embargo muy posiblemente sentirá a lo largo de su vida el llamado síndrome postaborto de imprevisibles consecuencias.

En el mejor de los casos la familia de la adolescente aceptará a hacerse cargo del cuidado de la niña o niño por nacer, pero no siempre sucede esto. Muy posiblemente el padre biológico de la criatura es todavía demasiado inmaduro y por ello no siempre es recomendable el matrimonio ya que es alta la probabilidad de que fracase por inmadurez de uno o de los dos esposos.

Hemos de agradecer a instituciones como el CAM, Centro de Atención a la Mujer, que atiende a las mamás con dificultades para llevar el embarazo, ayudándoles para que puedan culminarlo. También son dignas de alabanza las personas e instituciones que tratan de ayudar a las mujeres que han abortado y que experimentan a veces durante toda su vida el trauma del aborto. El profeta Jeremías narra el inconsolable llanto de Raquel que llora por sus hijos que ya no existen (Jr 31:15). �nicamente Dios puede sanar las heridas del aborto y perdonar a sus autores particularmente a quienes hacen aborto un medio de ganar dinero.

También cabe buscar una persona o familia que adopte al bebé o una asociación religiosa que se encargue de él cuando nazca, aunque no siempre se encuentra.