Lagañas en niños (conjuntivitis)

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La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y la superficie interna de los párpados, entonces si el blanco de uno o de ambos ojos de tu niño y el borde inferior de cualquiera de sus párpados se torna y vuelven rojos, es posible que tenga conjuntivitis.

La conjuntivitis aparece cuando una infección, un alérgeno o algún otro agente irritante inflaman la membrana transparente que recubre el blanco de los ojos.

Mientras el organismo de tu niño esté tratando de combatir la infección, es posible que sus ojitos lagrimeen o se cubran de lagañas, existen algunas causas posibles.

Virus si, además de la conjuntivitis, tu niño tiene síntomas de resfriado, es muy probable que la infección sea viral. Los virus son la causa más común de la conjuntivitis.

Los alérgenos si notas que tu pequeño se frota mucho los ojitos y estos están hinchados, llorosos y rojos, y además le gotea la nariz, es posible que esté manifestando una reacción alérgica a un agente irritante como el polvo, el polen o el humo. Si bien las reacciones alérgicas no provienen de una infección, pueden derivar en una si tu hijito permanece expuesto al agente irritante que la genera.

El tratamiento dependerá del tipo de conjuntivitis que tenga:

La conjuntivitis viral habitualmente desaparece por sí sola en aproximadamente una semana. El médico te recomendará que mantengas limpia la zona, lavando suavemente los ojitos con agua tibia y retirando la secreción seca.

Si la causa es una bacteria, el médico te recetará una pomada o gotas antibióticas para que las coloques en los ojitos de tu niño durante siete días aproximadamente.

Lava tus manos antes y después de aplicar la medicina a los ojitos de tu pequeño.

El tratamiento en lactantes pequeños debe ir acompañado de masajes digitales en el ángulo interno de cada ojo para descomprimir el conducto lacrimonasal que usualmente los primeros meses de vida se encuentra semiobstruido y suele asociarse a conjuntivitis, pero recuerda que el aseo de las manitos de tu bebé o de tu niño ayudará a que este problema se limite, ya que ellos se frotan los ojitos.