Miercoles 12 de octubre de 2016
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Los orureños sentimos gran aprecio por nuestras calles porque muchas de ellas constituyen figuras simbólicas destinadas a representar a la colectividad o un personaje que es parte de la historia boliviana.
Esa contextura tiene la calle Bolívar, extendida en el centro de la ciudad conectando con la plaza 10 de Febrero, como un signo del estado afectivo y emocional que consagramos hacia el Libertador.
De acuerdo al emprendimiento urbano, esta vía desplegada entre edificios, es algo así como el ligazón fuerte y estrecho de las personas en su afán de establecer una relación lógica con otras para conseguir acuerdos comunes de beneficio general.
Por esa circunstancia, ya no es dable contemplar que esa emblemática artería destinada al caminar de ciudadanos y el movimiento vehicular, sea un mercado callejero, hecho que desvirtúa la razón de su emplazamiento.
La situación se torna más dramática si la Alcaldía Municipal llevara adelante el proyecto de convertirla en un "Paso Peatonal", porque ello posibilitará agigantar la actividad comercial informal al ver en toda su extensión puestos de venta que dificulten la circulación de las personas además de ser un motivo para incentivar la delincuencia con la presencia de los amigos de lo ajeno.