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Domingo 09 de octubre de 2016

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Cultural El Duende

Poesía de Alberto Guerra

09 oct 2016

A diez años de su muerte (Oruro, 1930-2006)

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En su condición de preso político, en 1971, post agosto 21, el poeta orureño Alberto Guerra Gutiérrez se inspiró en algo diferente al recinto sórdido y mal oliente en que se encontraba:

Esta no es mi casa,

mi casa tiene altos ventanales

y un árbol de ramas jóvenes

limpiando celosías de lluvia

en sus cristales.

Mi casa tiene ojos claros

como el alba

y una rosa enamorada

atisbando por rendijas

de su puerta

que es mi propio corazón,

hecho de maderas dulces

y de esperanza (Â?)

Su Obra poética, editada en 2003, a manera de prólogo consigna "siete poemas de sangre o la historia de mi corazón".

En realidad se trata de ciclos espirituales, o etapas de una vida, la del poeta, cuyos versos van transmutándose:

(I) Antes de venir al mundo

mi corazón ya fue latido

quiso ser árbol, después estrella

y ascendió tanto en su afán

que llegó a ser niño.

(III) Mi corazón, río bifurcado,

hizo cauce en la herida constelada

del hombre, desdeñado y humillado

y se lanzó sin tregua

a la dicha por redimir su esencia.

Una espera de siglos

bullía en su latido.

(VII) Desde que una burbuja

despertó en latido

y se hizo estrella y bandera

por su vocación de viento,

árbol después,

niño y vela,

puerto de paz y cigarra

en la canción perpetua,

mi corazón que fue también

una isla,

hoy ha vuelto al surco

distribuido como semillaÂ?

Y en ese brioso corcel llamado prólogo corrió una poesía colmada de sentimiento, amor al terruño y solidaridad con el "itinerario de la muerte" de los mineros:

No quieres venir conmigo

Manuel Fernández,

porque tu vida es un abismo

como la mina (Â?)

No quieres ver conmigo

Manuel Fernández,

porque te ha crucificado el destino

en tu propia sombra,

sembrador de eternidades.

Escribir en prosa o verso, en Bolivia, respecto a los mineros, es motivo suficiente para ser tildado de revolucionario o complotador, tal como sucedió con nuestro poeta; estigma que quizás obedezca a que en todo tiempo estos topos humanos han constituido el sector más aguerrido en sus ansias de progreso y búsqueda de justicia social.

En el caso de Alberto Guerra lo curioso es que habiendo militado en FSB, lo tomaron preso bajo el gobierno de Banzer, debido a que por su poesía dedicada a los mineros lo calificaron de rojo, es decir izquierdista.

No obstante las aclaraciones de la filial partidista de Oruro, según una fuente confiable, hubo mucha reticencia para liberarlo. ¡Qué cosas extrañas acontecen en el mundillo político!

El mencionado volumen reúne una selección de los poemas del vate y en sus páginas abundan palabras que invocan a la Naturaleza: luz, fragancia, árbol, sombra, sol, viento, aire, lumbre, espacio, flor, piedra, horizonte, raíz, savia.

Y así hasta el final, en poesía de trazo sencillo que trasunta ecos de panteísmo, emparentándose con Man Césped y una legión de poetas, desparrama néctares dirigidos al alma.

El poeta y escritor Alberto Guerra Gutiérrez nació en Oruro en 1930 y falleció en su tierra natal el año 2006.

Profesor normalista, integrante de la segunda generación de Gesta Bárbara, difusor de las manifestaciones folklóricas de la ciudad del Pagador, animador de los quehaceres culturales e impulsor de la literatura infanto juvenil, junto a Hugo Molina Viaña, otro renombrado bardo orureño.

Heberto Arduz Ruiz

Escritor ensayista

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