Adiós amigo

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El llanto de un can chapi, estrangulaba la garganta, era el sonido fúnebre que se percibía en ese pequeño espacio con piso de tierra. Al lado, un depósito de carrocerías de camiones y volquetas. Al pie de una de esas piezas yacía sin vida una persona de sexo masculino, cuyo final pareció estar establecido por los designios del destino y el alcohol.

Ayer, aproximadamente a las 11:20 horas, pasaron por el lugar unos obreros, cuya fuente de empleo está a tan solo una cuadra hacia el Oeste, en la zona de las avenidas Al Valle y de Circunvalación, zona Noreste de la ciudad de Oruro.

HALLAZGO

En su recorrido, una mascota se les acercó un tanto agresiva, ladrándoles para que no pasen por ese sector, sin embargo, observaron a pocos metros el cuerpo de una persona, parecía dormida, pero también sin vida, por lo que llamaron a la Policía.

Unos instantes previos a que lleguen al lugar, unos vecinos pasaban próximos al cadáver, cuando la mascota comenzó a ladrarles como queriéndoles decir que no se acerquen a su amo. Su comportamiento parecía hostil.

Luego que pasaron se quedó echado cerca del cuerpo, instantes después se sentó sobre sus pies. Estaba atento por si había algún intruso, pero también se mostraba acongojado con la cabeza gacha, por la partida repentina de la persona con la que compartió varios momentos inolvidables.

Cuando el personal de Homicidios se constituyó en el lugar, el can cambió de actitud, parecía entender que ellos debían hacer su trabajo, al mismo tiempo el dolor en su corazón evitaba que lo levanten por eso se echó sobre el cuerpo de su amigo.

Los uniformados admiraron el comportamiento de la mascota por su lealtad, expresada con sus actos y su llanto. Pero no había remedio, el cadáver debía ser trasladado hasta la morgue del Cementerio General. Así lo hicieron, lo subieron a una camilla y luego al vehículo de Homicidios. El can quiso acompañarlo, pero los poli-

cías se lo impidieron y cerraron las puertas del vehículo.

Los investigadores registraron el lugar con la finalidad de encontrar algún documento del fallecido, pero no hallaron nada. Mientras eso ocurría en el sector donde murió el ciudadano, la mascota se paraba de dos patas en el parachoques posterior del motorizado oficial, llorando a su amo y diciéndole "adiós" con su mirada.

Fue un hecho que consternó a los uniformados, pero nada podían hacer. Se subieron a sus vehículos, el can se acercaba a las puertas de los ocupantes, se paraba de dos patas como si pidiera ser llevado con ellos.

Instantes después, las unidades partieron del lugar, una de ellas rumbo al cementerio. El chapi los persiguió por dos cuadras aproximadamente, pero resignó su marcha, se detuvo para volver al lugar donde murió su amo. En su retorno, un camión estuvo a punto de pisarlo en la avenida al Valle, pero el can reaccionó y logró pasar la vía.

El ciudadano, se presume, murió por una intoxicación alcohólica, no está identificado, no tenía zapatos al momento de encontrarlo sin vida, pero por la zona había un par de zapatillas deportivas blancas, posiblemente de la víctima.

Fuente: LA PATRIA