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El misterio de Kalachua - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Domingo 02 de octubre de 2016

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Revista Dominical

Está en la provincia Sajama:

El misterio de Kalachua

02 oct 2016

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA

Son rocas gigantes de una sola pieza, muchas de ellas tienen forma

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Son rocas de gran dimensión. Estar al medio de ellas es vivir una sensación indescriptible, es sentirse un pequeño en tierra de gigantes. Sin embargo, recorrer esos pasillos, es vivir la emoción de estar en un episodio de "Indiana Jones". Si bien los riesgos no son como los del filme, tiene su propio atractivo.

¡Ahí está Kalachua! En medio del altiplano orureño, es la provincia Sajama que tiene en su seno a un sitio atractivo para la vista del visitante. Está situada a 245 kilómetros aproximadamente al Oeste de la ciudad de Oruro. Pertenece al municipio de Curahuara de Carangas.

De esa capital a tan solo un kilómetro o menos, se llega hasta una quebrada. Aquel lugar tiene una serie de marcas y sirve como un sitio de entrenamiento para el montañismo. Son custodios del lugar los efectivos del Regimiento de Satinadores Andinos 25 Tocopilla.

Caminando hacia el Sur empieza la aventura de atravesar esas rocas en medio de una ruta estrecha. Asimismo, el paisaje va cambiando de a poco, las pinceladas altiplánicas se transforman en formas geométricas de roca hechas por la naturaleza.

También hay figuras amorfas amontonadas unas sobre otras en determinados lugares y en otras sólo están ellas, imponentes mostrando sus formas como modelos en la pasarela.

En determinados sectores las rocas parecen tapizadas con musgo o materia orgánica celeste, verdusca, beige, lo que hace pensar que aquel lugar alguna vez estuvo bajo el agua, teoría ratificada con la existencia de una alfombra de arena blanca.

Subir y bajar gradas, de pronto un pequeño obstáculo en medio del camino, un pequeño túnel en el que sólo las personas delgadas pueden pasar por allí, los pasaditos de peso deben hacerlo por otro camino, rodear otra roca para incorporarse a la ruta.

Después de pasar esos avatares, está hacia el fondo. Es una gruta en la que se emplazó a la Virgen de Kalachua, de cuya roca nace una caída de agua, da vida al lugar y según la creencia popular, se debe tomar el líquido elemento pidiendo desde lo más profundo del ser un deseo o una petición. Dicen que si se lo hace con mucha fe, aquello se vuelve realidad y hay que volver allí, pero esta vez en señal de agradecimiento.

La pequeña gruta está al lado Sur de una quebrada de rocas gigantes con apariencia extraña. Viendo hacia el firmamento se las observa de mejor manera y tienen formas casi definidas, un gran cetáceo al Este; un enorme puma al Oeste; al Norte un águila y al Sur un sapo.

Para algunas personas, ese sitio fue un centro ceremonial donde confluye una gran energía, porque esas rocas representan a los cuatro elementos que forman el Planeta Tierra, aire, fuego, agua y tierra.

Por el medio de esa imponente quebrada pasa un riachuelo marcando una línea natural de vida. Una brisa espectacular aparece de la nada para golpear con sutileza el rostro de los ocasionales visitantes que se solazan con esa maravilla terrenal.

El retorno así como la ida, es también divertido, pero se lo hace por otro camino. Sí está plagado de obstáculos de principio a fin, porque a diferencia de la ida donde se suben y bajan gradas, ahora se debe saltar por las rocas, pasar pequeños pasillos formadas por estos elementos de la vida, abandonadas a su suerte, pero que brindan diversión al turista.

Asimismo, se observa arena y otro riachuelo, que hacen más alegre la estadía. La vegetación si bien es escasa, propone un ambiente más fresco para el caminante. Lamentablemente aquella ruta se acaba, como todo en la vida.

Sin embargo, Kalachua antes de despedirse regala al foráneo una vista singular, ya que saliendo de las enormes rocas, entre un par de ellas se observa a lontananza un mural de vegetación altiplánica, una corrida de agua hacia el Este y al fondo una montaña que pone fin a nuestra presencia.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA
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