Obsoletas normativas municipales

Quienes saben perfectamente que una mayoría de las normativas municipales están obsoletas son los concejales munícipes, que deberían tomar decisiones para trabajar en comisiones específicas y tratar el tema de actualización de normas municipales, como base importante de su trabajo legislativo que debe traducirse en analizar, debatir, actualizar y proponer, en su caso, las regulaciones necesarias para que la población se sienta más segura y más cómoda en una ciudad caótica por falta de instrumentos legales que eliminen las arbitrariedades.

El tráfico de movilidades, especialmente las de servicio público, han definido por cuenta propia su recorrido coincidiendo una mayoría de líneas su paso por las calles céntricas, creando un permanente congestionamiento de tráfico que altera el derecho ciudadano a caminar por las calles con seguridad y comodidad, además de interrumpir un adecuado flujo de movimiento vehicular y peatonal.

A raíz del bullado caso de un club nocturno en La Paz, (Katanas), se les ocurrió a las autoridades de área en nuestra ciudad averiguar cómo funciona ese negocio en nuestro medio y resulta que hay muy pocos legales, una mayoría trabajan infringiendo normas, pero lo increíble es que cuando se menciona el caso, la realidad es que tales normas son inadecuadas, obsoletas, datan de por lo menos 20 años atrás y no hay un reglamento vigente y actualizado sobre la materia. Es un hecho inaudito, porque sencillamente no hay base legal para sancionar una serie de infracciones que se observan, pero que no están contempladas en un marco de ejecución en el que se ampare la autoridad edil. Es tan patética la situación que fácilmente puede estarse cometiendo delitos de trata y tráfico de personas (mujeres) y no hay disposición concreta que sancione ese delito.

Hay otra serie de problemas que pese a prohibiciones que se conocen simplemente no se cumplen, el uso arbitrario de las calles para demostraciones de variada condición, desde las folklóricas, estudiantiles, de protesta social, de cualquier aniversario o festejo, incluyendo bandas de música y disfrazados que hacen recorrido y de la manera más desconsiderada afectan el derecho de libre circulación de personas y motorizados.

Se complica la presencia de vecinos en el centro urbano, cuando irresponsables propagandistas, hacen uso de alto parlantes con desmedido volumen, en movilidades o en cierto tipo de negocios, lastimando realmente el sistema auditivo de mucha gente, que como castigo adicional debe someterse a una competencia inaudita de bocinazos por el abusivo accionar de conductores de todo tipo de vehículos, pero especialmente los de transporte público.

Son sólo algunos ejemplos de muchos otros que se observan diariamente en nuestras calles y que persistirán en tanto no se actualicen las normativas necesarias para poner freno a tanta irregularidad. El Concejo Municipal tiene la potestad directa para normar el comportamiento ciudadano a través de la elaboración de disposiciones actualizadas, debidamente reglamentadas y de cumplimiento ineludible a través del Ejecutivo municipal.

Fuente: LA PATRIA