Tras una guerra interna que se prolongó más de medio siglo, causando mucho dolor, inseguridad e inquietud permanente entre los ciudadanos colombianos, estos lograrán revertir esos factores adversos con el histórico acuerdo de paz que firmaron al comenzar la semana, en Cartagena de Indias en Colombia, los más altos representantes del Estado colombiano, su Presidente, Juan Manuel Santos y en representación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), su lÃder Rodrigo Londoño Echeverri, más conocido por su nombre de guerra Timochenko.
La firma del acuerdo por esas personalidades utilizando un "balÃgrafo" en lugar de un bolÃgrafo corriente, indican que tiene una significación especial, pues las balas ya no serán parte de las acciones revolucionarias, sino los acuerdos escritos que puedan darse para afirmar las intenciones de pacificar un paÃs que confrontó serios problemas por las acciones belicistas de guerrilleros y fuerzas armadas.
Los resultados se fueron dando en función de los intereses de las partes en busca de soluciones que eliminen controversias, que abran la posibilidad de entrar en un debate abierto y considerar de la manera más clara los problemas que mantenÃan enfrentadas a las partes.
Fue un largo proceso que confrontó muchas vicisitudes, por una parte la gran duda de un pueblo lastimado por la acción terrorista que no creÃa en la posibilidad de una rendición de los irregulares, por la otra y aún queda esa parte difÃcil de ponerla en el olvido que significa el dolor de muchas vidas perdidas y un "acuerdo" de paz que no sancionará a los culpables del latrocinio.
Pero las negociaciones se profundizaron, el diálogo se hizo más fluido, más personalidades mundiales, incluso el Santo Padre de Roma influenciaron para animar a dos partes en conflicto para que deponiendo viejas rencillas, asuman la responsabilidad de dejar las armas, en un caso y abrir condiciones democráticas en el otro lado para la reinserción de rebeldes a la vida pública, sacrificando sentimientos, perdonando y sosteniendo en un estado democrático las más amplias garantÃas de paz, con libertad y justicia.
El ejemplo de lo sucedido en Colombia, merece tomarse en cuenta como muestra de intenciones amigables, cuando ciudadanos hermanos buscan la paz y alcanzan su objetivo hablando. El diálogo es poderosa arma de entendimiento, que puede eliminar las más complicadas desavenencias, hablando se entiende la gente y al final, bailando se estrechan amistades.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.