Miercoles 28 de septiembre de 2016
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Un informe del FMI dice que la desaceleración de las economías emergentes es "inusualmente sincrónica y prolongada". Para los países pobres que dependen de la venta de materias primas esto significa una reducción generalizada y "prolongada" en sus ingresos.
En Bolivia, sin embargo, el ministerio de Economía sigue negando, con el apoyo del representante de la CAF, que en el país haya crisis, a pesar de que los ingresos por la venta de gas natural han caído a un tercio de lo que eran en 2014.
En la práctica, la crisis ya ha llegado a varios sectores del país con despidos en las alcaldías y hasta la construcción empieza a dar cifras negativas en algunos departamentos del país.
Hay también unos 120.000 cooperativistas mineros cuyos empleos están en duda tras las reformas de su sector que ya sufría en el nuevo panorama de bajos precios.
En el agro, las devaluaciones de los vecinos son una competencia tan pesada que hacen muy difícil la exportación. En el mercado interno el contrabando y los bajos precios de la producción de los vecinos son una competencia que ha llevado a la reducción de áreas de producción para algunos productos como el maíz.