Dicen que lo correcto es incuestionable, en referencia a las gestiones cumplidas en días pasados por el Jefe de Estado, durante su participación en el foro internacional de la Asamblea de las Naciones Unidas, en Nueva York, en la que invitó a Chile a poner fin al diferendo marítimo a través del diálogo, de forma pacífica y en el marco de la verdadera integración de los pueblos. "Invitamos a Chile a poner fin a uno de los conflictos más largos de la historia latinoamericana, cuya solución es una deuda pendiente entre nuestros pueblos", afirmó el mandatario boliviano.
La participación del mandatario, una vez más en un foro internacional, sirvió para que los delegados representantes de muchas naciones del mundo muestren una implícita solidaridad con el planteamiento boliviano que por más de un siglo está esperando una solución pacífica a su enclaustramiento marítimo, producto de una invasión en condiciones desiguales y alentada por fuerzas foráneas desde el poder inglés.
Al reiterar el planteamiento cívico de Bolivia, el Mandatario aseveró que la solución del conflicto no sólo beneficiará al pueblo boliviano, también servirá al pueblo hermano de Chile y a la integración de América Latina. "Estamos seguros que encontraremos una solución en la que todos seamos ganadores", apuntó la autoridad boliviana, en su participación en la ONU.
La participación del Jefe de Estado recibió un saludo positivo en parte de la oposición política nacional, pues Unidad Demócrata a través de uno de sus parlamentarios calificó como importante el apoyo que buscó de parte del secretario general de la ONU, sobre la demanda marítima boliviana, puesto que ese respaldo podría ser replicado en otros países. Así fue.
Bolivia, en unos casos de manera directa y en otros diplomáticamente expresados, recibió un apoyo de muchas naciones que participaron de la 71ª sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas, un hecho que tuvo una repercusión especial en un discurso posterior de la presidente de Chile, que dejó entrever una posibilidad de dialogar, apuntando que su país está dispuesto al diálogo.
La reciente participación boliviana en el escenario de la ONU, tuvo otras connotaciones en torno a temas de política internacional, relaciones con EE.UU. el tema de control del narcotráfico, intromisión en asuntos internos de otro países en alusión a Venezuela y la presión norteamericana, además se deploró ataques y bombardeos contra posiciones sirias y otros hechos que igualmente fueron parte de una presencia reconocida de Bolivia y sus planteamientos.
Tomando en cuenta la referencia de la oposición, el discreto aplauso de la UD sirvió también para exhortar a nuestro mandatario y las autoridades del país que tengan participación en foros internacionales, trabajar de manera responsable en ese contexto, aprovechando todos los espacios de nivel internacional, pero no con actitudes coyunturales, sino con planes integrales de la política internacional de nuestro país, entre los que prevalece la demanda marítima, se añade el problema del Silala y el reclamo por el desvío del río Lauca, problemas de agua.
En todo caso, la posición boliviana no cambió, se persiste en establecer las mejores condiciones para dialogar y se espera una respuesta más concreta de la presidenta Bachelet, que ojalá actúe en el marco de la comprensión, la amistad y los buenos deseos de confraternizar eliminando las asperezas que nos separan y que claramente no las quieren limar, los conservadores chilenos.
Fuente: LA PATRIA
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