Aunque se logró algún entendimiento preliminar, entre nuestro Gobierno y el saliente del Perú, en torno al proyecto del tren bioceánico que unirÃa los océanos Atlántico y PacÃfico, partiendo en Santos - Brasil, atravesando por Bolivia y terminando en Ilo - Perú, el mandatario de éste último paÃs, Pero Pablo Kuczynski puso en duda desarrollar el proyecto debido a su altÃsimo costo.
El proyecto del corredor interoceánico a través de lÃnea férrea ha interesado a gobiernos y empresas asiáticas, especialmente China, otros de Europa y tiene un aval anticipado del Brasil, pero de la presidenta saliente, sin que el tema hubiese sido considerado en el actual esquema gobernante.
Esto significa que el gigante proyecto ferroviario, tendrá que ser replanteado en las más altas esferas de los gobiernos de los dos paÃses que tienen punto de partida, llegada y viceversa del tren bioceánico. De momento el tema está "congelado", pues los dos nuevos gobernantes de los paÃses que están en extremos opuestos de la extensa vÃa ferroviaria, estudiarán el caso y eso significa un largo periodo para conocer futuras decisiones que favorezcan a los planes del primer interesado que en este caso es Bolivia.
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Aunque muy breve y lacónica, la opinión del mandatario peruano ya tiene un viso de duda, pues al referirse al caso observó el altÃsimo costo del proyecto, señaló también que si bien habrá carga de origen en Brasil, no se asegura el mismo volumen desde el Perú y un tren necesita garantizar ese doble servicio para ser rentable, además de una serie de detalles en la infraestructura que debe construirse para dar paso a un sistema ferroviario de la magnitud de su proyección sabiendo que en Perú hay otras prioridades también de transporte ferroviario.
En una instancia del planteamiento del tren bioceánico, Brasil y Perú, mostraron su interés, pero descartaron el paso del servicio por Bolivia. El gobierno de Evo Morales se adelantó en explicar que la idea original del proyecto corresponde a Bolivia y el paso del ferrocarril señalado abaratarÃa sus costos al efectuar su tránsito por el territorio boliviano, ahorrando muchos kilómetros de recorrido y naturalmente muchos millones de dólares.
Momentáneamente el proyecto del tren bioceánico está en espera, los cambios de autoridades en Perú y Brasil, ponen el proyecto en la congeladora, hasta tanto los gobernantes se den tiempo suficiente para "retomar" el tratamiento de un tema que significa muchos millones, bastante tiempo, y paquetes técnico financieros de alto nivel, cuya preparación, en el momento está en punto cero.
Parece que se abre un paréntesis, que puede ser amplio en función de tiempo, si además consideramos que con los dos paÃses hay temas muy importantes que tratar, por ejemplo con Perú, sigue la espera para que su Congreso Legislativo ratifique el protocolo de Ilo, que permitirÃa a Bolivia hacer uso de una concesión territorial para instalar un recinto portuario. Durante toda la gestión de Ollanta Humala el asunto no avanzó. En el caso del Brasil, la prioridad es reconfirmar el convenio sobre venta de gas, que recientemente pasó por preocupantes contradicciones, pues se habló de menores cantidades de compra, aunque no faltó la idea de ampliar el volumen actual de exportación por nuestra parte.
Hay asuntos sumamente importantes en las relaciones binacionales entre nuestro Gobierno y los de Perú y Brasil. El proyecto del tren bioceánico no puede quedar postergado indefinidamente, pero son necesarias algunas gestiones por la vÃa diplomática para que en instancias técnicas continúe el estudio del proyecto, subsanando las dudas existentes.
Fuente: LA PATRIA