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Sábado 17 de septiembre de 2016

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Revista Tu Espacio

PEDIATRÍA

Displasia de caderas, consejos para su bebé

17 sep 2016

Dr. Reynaldo Tupa Lima - Exclusivo para Tu espacio

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La displasia de cadera, es una de las patologías de los miembros inferiores más frecuentes en los bebés y se produce cuando la cabeza del hueso del fémur y la cavidad de la pelvis, donde éste se aloja, no encajan de una forma correcta. La anomalía consiste en un desplazamiento hacia afuera de la cabeza del fémur, el hueso superior de la pierna que tiende a salirse de la cadera de forma intermitente.

Existen factores preponderantes como la mayor predisposición en el sexo femenino, la posición de nalgas en el parto o cesárea, que sea el primer hijo, un embarazo múltiple, hipertensión arterial materna, macrostomía del bebé, entre otros.

El pediatra es quien se percata de la anomalía al explorar al recién nacido al momento del nacimiento, cuando le practica una serie de maniobras que consisten en una serie de movimientos que se realizan con el niño, boca arriba y lo más relajado posible, flexionando y abriendo las piernas del recién nacido para comprobar si la articulación es correcta, detectando así en el periodo neonatal esta patología.

Posteriormente, en controles mensuales el pediatra también puede observar que la forma de los pliegues de la pierna del bebé que no debe ser asimétrica, siendo un signo menos preciso, pero que puede hacer sospechar de una displasia de cadera. A partir de los tres meses del bebé, la falta de abducción o separación de ambas piernas o el acortamiento de una de las extremidades, acompañadas de una valoración radiológicas de pelvis nos ayudarán a realizar el diagnóstico mediante la medición de ángulos y observación de los núcleos de osificación en el cuadrante inferior en una placa radiográfica evaluada (recuerde a los 3 meses).

La corrección de esta anomalía debe realizarse de manera precoz antes que el bebé empiece a gatear y ponerse de pie, los tratamientos varían en función de la gravedad del caso y de la edad del niño. Para mantener el fémur dentro la cavidad del hueso de la cadera se suele poner un doble pañal cruzado al bebé para que mantenga las piernas abiertas, cuando la displasia es leve. También se recomienda un tratamiento postural como por ejemplo, llevar al bebé a horcajadas y que duerma boca arriba con las piernas abiertas y algo muy importante no fajar a los bebés para permitir el desarrollo de las caderas. Además existen prótesis como el arnés de Pavlik, que consiste en unas correas que mantienen las caderas en flexión de cien grados para reducir la luxación, la cirugía puede ser la última solución cuando los tratamientos anteriores son fallidos y detectados tardíamente.

Lo importante señores papás es realizar sus controles, ya que si esta patología se detecta por encima de los 8 meses tal vez la cirugía que está a cargo del ortopedista infantil sea el último recurso.

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