Si hay algo de lo que no se puede discutir, es que en la última década ha surgido y con mucha fuerza, un nuevo segmento social en el paÃs, al que se lo denomina por ubicación como "clase media". Es la que según expertos analistas, ha dejado de ser pobre y busca alinearse entre los ricos, la tendencia es oscilante.
La designación de clase media, no es del tiempo actual, ya se la utilizó a fines del siglo XVII y con fuerza en el siglo XVIII, según refieren los escritos al mencionar a una nueva clase social que se interpuso a la nobleza de entonces y dio paso en Europa a una burguesÃa que copó sitiales importantes en el manejo de orden productivo poniendo en juego capitales y esfuerzos, para imponerse como "clase". Un siglo después, las cosas que pasaron en Europa sacuden la estructura comercial del coloso del norte, justo con la irrupción de fuertes sindicatos laborales como la construcción, los empleados de la floreciente industria automotriz y de otros rubros en abierta competencia con los grupos cerrados de ciertas profesiones que se consideraban con predominio en el manejo de la cosa pública y en la economÃa de sus regiones. Las cosas cambiaron y emergió imparable una nueva estructura social, la clase media, con iguales derechos y obligaciones.
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Más allá de la historia pasada, es indudable que en América Latina también se produjeron cambios sociales importantes, son los casos de Argentina. Uruguay, Chile, Brasil y Venezuela, en unos casos producto del asentamiento de migrantes, por otra parte por el nivel de vida en condiciones favorables, por demás está decir que esta clase media se impone en todos los lugares gracias a los cambios de orden socio económico prevalente en un tiempo y espacio que abre opciones para el crecimiento especialmente del comercio, y la ubicación de mucha gente en campos de inversión y producción o en el mágico aparato de la administración pública.
En nuestro paÃs emerge también esa "clase media" y su irrupción es notoria en función al negocio del comercio, ha crecido tanto este movimiento económico que permite a los ciudadanos de la nueva clase incursionar además en transacciones que mueven miles de dólares en rubros como el transporte, de servicio público y modernos coches particulares, también en la construcción de nuevos edificios, instalación de modernas galerÃas y se puso de moda la aparición de coloridas viviendas a las que se las define como los "cholets" y que se erigen en las zonas hasta hace poco privilegiadas para la clase media alta.
Las diferencias se achicaron y el poder del dinero que se maneja ha cambiado la estructura de urbanizaciones especiales, dando paso a ritmo acelerado a una corriente de superación - económica- que es resultado de las posibilidades que abrió la economÃa nacional, aunque según los analistas, diferenciando ciertas condiciones que tienen que ver con un crecimiento paralelo del comercio informal y un mayor volumen del contrabando, rubro en el que circulan fuertes capitales que hacen posible este cambio socio comercial en el paÃs.
Las diferencias de una desigualdad social se han achicado a una mÃnima expresión, el crecimiento de las clases sociales es una realidad inobjetable y la preocupación del Gobierno, es no menos patética, para incorporar a ésta nueva corriente en los parámetros de la actividad productiva, comercial y enmarcada en la formalidad.
Fuente: LA PATRIA