Viernes 16 de septiembre de 2016
ver hoy
Un pueblo civilizado tiene derecho a disfrutar de una sana y pacÃfica convivencia respetando los principios básicos de urbanidad entre las personas, no importa cual fuere su razón social.
Oruro, como Capital Folklórica de Bolivia, merece ser objeto de toda consideración, no pudiendo admitirse que ese tÃtulo sea estropeado por quienes abusan de su actividad comercial vinculada con el fandango y la excesiva venta de licores hasta que aparece la luz del sol.
Nadie quita el derecho a emprender esta clase de negocio, pero será prudente que aplicaran la mesura en su accionar porque no es bueno ver a personas ebrias saliendo de estos locales de "entretenimiento", dando una mala imagen con actitudes reñidas con la moral.
A ello se suma el hecho de que pasadas las cero horas, en medio de la oscuridad de la noche, calles céntricas de la ciudad, donde están ubicados esos clubes nocturnos, se convierte en zona de parqueo de autos de alquiler, cuyos choferes, aplicando ruidosos bocinazos, llaman a quienes requirieron de sus servicios, mortificando a los vecinos que viven colindantes a esos centros de diversión nocturna.