Más allá de la salud medioambiental

Recientemente se cumplió el denominado Día del Peatón, jornada en la que se prohíbe la circulación de motorizados para evitar la contaminación ambiental, pero más allá de los niveles de polución, que por cierto bajaron este año en la fecha específica, el caminar además de ser una de las actividades que más contribuye a la ecología, es fantástica para la salud de las personas.

Según los resultados de estudios realizados por la Universidad de Illinois, Estados Unidos, que se publicaron a través de Ecoportal, caminar ayuda a curar la depresión, porque favorece la reactivación de nuestra conexión neuronal.

Se sugiere caminar por paisajes naturales porque el estar en contacto con la naturaleza contribuye a adquirir mejores sensaciones y nos liberan de lo que se conoce como "pensamiento rumiante", es decir, cuando comenzamos a obsesionarnos con ideas negativas que nos hacen caer en una espiral que nos puede llevar a la depresión.

Por otra parte, se ha comprobado que caminar es uno de los ejercicios más completos y que ayuda a adelgazar, inclusive más que una carrera o trotar y sobre todo contribuye a oxigenar el cerebro, por lo que desde los primeros días se notará un cambio positivo en el ánimo de la persona que practica este ejercicio, sencillo y no tiene costo alguno.

Una buena caminata también potenciará nuestra creatividad porque al oxigenar el cerebro y la posibilidad de disfrutar un paisaje nuevo, nos saca de las viejas ideas o de las negativas y fatalistas, entendiéndose como creatividad más allá de una manifestación artística, sino de la lluvia de pensamientos que nos pueden ayudar a salir de nuestros abismos.

Se debe fomentar la caminata inclusive en las ciudades, no obstante, eso no significa crear más días del peatón, sino que se debe pensar en la construcción o acondicionamiento de ciertas áreas destinadas a dicho fin, para que las sociedades, además de contribuir de manera positiva a la preservación del medio ambiente, sean más saludables tanto física, mental como emocionalmente.

Fuente: LA PATRIA