El Silala no es un río

Las cosas se aclaran poco a poco, pero con pruebas contundentes que desmienten las aseveraciones de algunas fuentes chilenas, cuando señalaban que el Silala era un río, cuyo curso de agua corría por su territorio. Todo está más claro, parlamentarios del país vecino observaron in situ, que las aguas de las vertientes bolivianas del Silala, pasan a su territorio por canales artificiales.

El Primer Mandatario en su cuenta de Twitter comenta la visita de los delegados chilenos a la zona fronteriza con Bolivia, escribiendo: "Es inobjetable que las aguas de nuestros manantiales del Silala fluyen hacia el territorio chileno mediante una canalización artificial, la propia delegación chilena, lo confirmó".

La visita de diputados y otras autoridades chilenas a la zona donde se inicia el curso de agua en territorio vecino, sirvió para que observen claramente que las aguas del manantial del Silala en territorio boliviano, fluyen de manera artificial a su territorio, utilizando canales construidos exprofesamente para el desvío del importante líquido.

A veces actitudes caprichosas pretenden imponerse frente a una realidad inobjetable y razonablemente demostrada con obras de construcción que no son propias en un río de curso internacional. Para Chile el ejemplo de lo que hicieron con las aguas del río Lauca, es otra prueba del desvío de aguas de manera forzada para satisfacer necesidades imperiosas, como las que reconocen pobladores y autoridades de poblaciones y ciudades del sector chileno.

Algo muy importante para señalar en este asunto y la reciente visita de congresistas chilenos a la zona fronteriza con Bolivia, es la declaración del experto geógrafo de la cancillería, Alejandro Ahumada, quien ratificó con carácter profesional, que las condiciones de tránsito de las aguas del Silala corresponden a un manantial y no a un río internacional. La declaración fue consignada por el diario El Mercurio de Calama.

Bolivia desea que el problema sea resuelto de la mejor manera y en el tiempo más breve posible, pues se trata de una deuda centenaria por el uso atrabiliario de aguas bolivianas que satisfacen necesidades básicas de consumo humano e inclusive, este líquido es utilizado en industrias de Chile, con costo cero, aunque en anterior oportunidad autoridades chilenas reconocieron la deuda y estaban de acuerdo en pagar lo que deben, en plazos determinados. Un cambio presidencial en el vecino país alteró tal negociación y complicó la situación.

La Cancillería boliviana ratificó que se entregó por vía diplomática y de manera formal, una invitación a la presidenta Michelle Bachelet, para que visite la región del Quetena y los manantiales del Silala, lo que permitirá establecer fehacientemente que no existe río y que las aguas que consumen en parte de Chile, son bolivianas. La invitación fue oficializada y se espera una respuesta por la misma vía para facilitar con tal visita una solución a un problema que hace mucho pudo ser zanjado.

Fuente: LA PATRIA