Miercoles 14 de septiembre de 2016
ver hoy
La crisis económica ha calado muy hondo en el país y pese a la posición optimista de las autoridades económicas del gobierno, los problemas tienden a agudizarse porque hay amenaza de nuevos cierres de empresas que consideran su situación como insostenible tanto por las presiones tributarias como por las exigencias del doble aguinaldo y los aumentos salariales que agravan los problemas.
En los últimos dos o tres años, son varios miles las empresas que han cerrado: unas han quebrado; otras han cerrado simplemente por no tener medios como subsistir; otras se han descapitalizado y hasta han adquirido préstamos para hacer frente a obligaciones sociales; pero, todas en general y que han cerrado sus puertas han causado seria desocupación porque son muchos los obreros y empleados que han cesado en sus funciones y no saben qué hacer porque hay casos en que los beneficios sociales como ser indemnización y desahucio no pueden ser cancelados por carencia de liquidez.
El problema se agudiza conforme pasa el tiempo debido a que ese grupo de desocupados que engrosan una larga lista, se ve obligado a incursionar en la economía informal y en base a préstamos o uso de pocos ahorros, dedican su dinero y tiempo a la compra de mercadería que la colocan a crédito en muchas oficinas; otros ingresan directamente en el contrabando y logran internar mercadería del Perú, Argentina y Chile; muchos se han visto obligados a emigrar al exterior para ver si consiguen empleos para subsistir. Hay varios que, mientras consigan un nuevo trabajo, viven a expensas de sus parientes pero lo hacen hasta avergonzados porque esa situación no puede subsistir indefinidamente.