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Domingo 11 de septiembre de 2016

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Revista Dominical

CINE Y LITERATURA

El poder y la gloria...

11 sep 2016

Fuente: Por: Juan Manuel Fajardo Abogado, Ensayista, Crítico de Cine

"Los hombres no deben hacer el papel de Dios antes de haber aprendido a ser hombres..."

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Parece que la hora de las fábulas ha llegado para recordarnos, que todo es problema internacional, en la aldea global en que está convertido el mundo; cuestiones de guerras santas y de las otras, de paz, de inflación, corrupción administrativa, movimientos sociales y tambaleos gubernamentales, el efecto invernadero; millones de seres intentando hacer vida propia, indiferentes muchos a las estadísticas, a los atentados terroristas, a las bombas, a las persecuciones religiosas de baja intensidad, a los asesinatos selectivos en directo, a las aviesas intenciones de los nuevos tiranos enmascarados de demócratas con la venia de las grandes potencias, son el marco de referencia de la humanidad que sigue su camino hacia un futuro incierto.

Algunas obras con argumento ambicioso escritas en el siglo XX no han perdido vigencia, "El poder y la gloria" y "Los farsantes" de Graham Greene, apreciablemente mantienen un ritmo rápido y ameno, describiendo el mundo de su tiempo; personajes, ambientes y situaciones políticas y religiosas están retratadas con maestría admonitoria y reflexiva. En "El poder y la gloria", la persecución religiosa en tiempos de Plutarco Elías Calles, presidente de México, y en "Los Farsantes" en el escenario de terror en Haití bajo el régimen de Francoise "Papa Doc" Duvalier, páginas que indagan hasta el límite de la tenue frontera que separa el bien del mal, el significado de la vida de los ciudadanos en manos de los gobernantes de turno.

Plutarco Elías Calles, perseguidor de Pancho Villa, gobernador de Sonora, secretario de Comercio, secretario de Gobernación entre 1919 y 1923, electo presidente en 1924, trató de profundizar la Revolución de 1910, desplegando una política anticlerical violenta contra la Iglesia Católica, que devino en la llamada "Guerra Cristera" (1926-1929), uno de los muchos y dramáticos episodios en la historia de México, sucedidos bajo el signo de la intolerancia y marcados por el recuerdo del rol que jugó la iglesia en tiempos de la conquista y durante la época insurgente, en que se puso del lado de la corona española contra la lucha emancipadora, con la ex-comunión de los próceres Miguel Hidalgo (1811) y José María Morelos (1815) ambos sacerdotes, fusilados.

Calles, ateo radical y socialista impuso la Constitución de 1917 que en sus Arts. 1, 27 II y 130 negaba a la Iglesia Católica reconocimiento legal, prohibiendo la educación religiosa, nacionalizando sus propiedades. En la línea de la utopía socialista pretendió erradicar el catolicismo en su país, en respuesta, el año 1925 la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa, organizó un grupo de defensa de los derechos civiles y religiosos denominado Movimiento Cristero, que recogió un millón de firmas de ciudadanos y las presentó al Congreso, pidiendo la abolición de la Ley Calles. Ante la ola de detenciones, intimidaciones, allanamientos de conventos y ejecuciones sumarias desatadas, el Papa Pío XI en 1926, emitió la Enciclica Iniquis Afflictisque, dirigida al clero y a los Obispos, infundiéndoles coraje y esperanzas, ofreciendo oraciones y ánimo en momentos tan difíciles; sin embargo, la situación llegó a tener carácter de una guerra civil que comenzó el 1 de enero de 1927 en Jalisco. La Guerra Cristera al mando del General Enrique Gorostiera incendió el país, en tres años 25.000 cristeros sucumbieron, una tregua tramitada por el embajador de los Estados Unidos Dwigth Morrow, sólo sirvió para terminar con la resistencia, Calles rompió la tregua y 5.000 militantes cristeros fueron ejecutados. Entre 1924 y 1934 más de 40 sacerdotes fueron asesinados, 2.500 vivieron escondidos en remotos pueblos, de 3.000 que habían en 1924, solamente quedaban 300 en 1934.

La Constitución de 1917 fue reformada en 1937, estableciendo la educación socialista; en un país que no era totalmente socialista, con muchos profesores que no tenían base o idea de tal doctrina, no se podía educar a la niñez y juventud dentro el molde socialista, lo que determinó que en 1945 sea reformada nuevamente, permitiendo se imparta la educación religiosa y la participación del clero en tales establecimientos, con una visión de tolerancia para las actividades religiosas en un panorama de respeto y transigencia, quedando atrás la separación de la Iglesia y el Estado, la sumisión de las órdenes religiosas a un régimen común, las sanciones y persecución a los que no estaban con el gobierno, se admitió que el tratar de aniquilarlas, se hirió la libertad, y convirtió a los sacerdotes perseguidos y que no sobrevivieron, en santos; entonces México se rehízo de arriba abajo, dotándose de un alma nueva, modelo de tolerancia.

GRAHAM GREENE...

Nacido en 1904 cerca de Londres, muerto en 1991 en Vevey Suiza, Greene está considerado como uno de los principales novelistas de habla inglesa, que combinó durante su extensa carrera como periodista y escritor sus pasiones por la política y la religión, García Márquez reconoció que Greene le sirvió para descifrar el trópico mucho mejor que los escritores tropicales: "él tenía sobre el trópico una perspectiva que me dio la clave para descifrar lo que no logramos nosotros mismos", "tuvo durante su vida predilección por los Países de América Latina y del Tercer Mundo en general", "fue uno de los más grandes escritores de todas las lenguas en el siglo XX". Entre las obras de Greene aclamadas mundialmente y traducidas a varios idiomas, además de llevadas al cine se citan: "El tercer hombre", "Nuestro hombre en la Habana", "El tren de Estambul", "El revés de la trama", "El fin de la aventura", "El americano impasible", "El factor humano" y también cuentos como "A través del puente", en estas, mezcla elementos de suspenso y espionaje con dramas sicológicos. Viajero impenitente tuvo el talento de crear atmósferas y personajes particulares, muchos de sus libros tienen un trasfondo político que buscan trasmitir un sentido de moralidad y esperanza en el ser humano, al que retrata acosado por frustraciones y desesperación; sus relatos son poderosas parábolas sobre los condenados de la tierra que se redimen al admitir sus pecados, alguna vez diría: "son fuertes porque saben que son débiles, y buenos porque saben que son pecadores". Su pasión por la política lo hacía considerarse un humanista socialista, y creía que los escritores "debían hacer de la deslealtad una virtud y siempre estar de lado del desprivilegiado". Algunas de sus obras están ambientadas en sitios donde había diversos conflictos, España, Portugal, Israel, Sudáfrica y Chile, también Centro América, "luchar contra la injusticia y la desigualdad" fue su lema, "Conversando con el General" es un testimonio sobre el extinto General Omar Torrijos gobernante de Panamá; Greene estuvo con él varias veces antes durante y después de la firma de los Tratados Torrijos Carter que le devolvieron la soberanía sobre el Canal a esa nación.

En "El poder y la gloria" hace un despiadado estudio sobre un sacerdote disoluto, torturado personaje que se enfrenta al gobierno mexicano antes que cerrar su parroquia, que emprende un riesgoso viaje hacia Veracruz para regresar a su país; perseguido de pueblo en pueblo, acosado por un obseso de la Revolución es capaz de sublimes heroicidades y tremendas bajezas, hasta llegar a su destino final, el paredón de fusilamiento en un lugar anónimo, es uno de los prototipos de antihéroe de Greene; su observación aguda y descripciones despiadadamente vívidas, producen dos efectos: el interés emotivo de la trama y el de admiración por lo sobresaliente de la calidad literaria de la obra, nadie como Greene, para captar el estado anímico de la angustia y penetrar hondamente en las inexploradas región es del subconsciente. La lucha clandestina de los fieles en defensa de su credo y sus derechos conculcados, las confesiones y misas clandestinas, el fusilamiento de un sacerdote junto a otros cuatro dirigentes, acusados de un atentado que no habían cometido le impresionó. "El poder y la gloria", es el resultado de su encuentro con la heroica fe de los católicos y su persecución, en aquel viaje que en 1938 realizara a Tabasco y Chiapas, México en misión periodística. "Allí la situación era verdaderamente terrible como la he descrito en mis libros, y no he exagerado. En algunos Estados del Sur no quedó ni un solo sacerdote ni una sola iglesia". "He sentido pasión por conocer la vida de la iglesia subterránea y he estudiado profundamente el dogma católico". La fe que expresa Greene en el conjunto de su obra merece hoy ser tomada en cuenta.

EL FUGITIVO...

"El poder y la gloria", está construida sobre dos personajes, el poder por una parte y la gloria por otra, el valor de las ideas de una fe y el valor de unos hombres que tratan por intermedio de la violencia redimir a un pueblo sojuzgado. Fue John Ford (1895-1973) que en 1947 se atrevió a llevarla al celuloide en blanco y negro, con el título de "El fugitivo", con los riesgos previsibles y las dificultades que implicaba trasladar la mundialmente famosa novela. Confiriéndole un ambiente intimista, intenta recoger la fuerza dramática latente en la situación interior del protagonista, un sacerdote perseguido por el sólo hecho de representar a una religión, la católica, un puente sobre aguas turbulentas, a caballo entre sus debilidades como hombre y el sagrado ejercicio de su profesión. El actor principal Henry Fonda en el papel del cura en crisis, convence con su actuación llena de fe, en su enfrentamiento a una política intransigente. Con un planteamiento correcto, "El fugitivo, es una película angustiosa, un auténtico descenso al valle de las sombras, de mucha tensión. El sacerdote solo, deambulando, escondiéndose, huyendo y en su rostro la imagen plena de la angustia y la soledad, perseguido por un teniente del ejército revolucionario, personificado por Pedro Armendariz, siniestro, fantasmal y que cual espectro, irrumpe en escena por sorpresa, propio de los agentes de la policía política de cualquier régimen de terror. Con el paso de los años, éste filme no ha envejecido casi nada, la temática estuvo presente durante las dictaduras militares en América Latina y el Caribe, tiene el toque de la intemporalidad, la calidad artística supera cualquier posicionamiento ideológico del director de fuertes convicciones católicas, para el cual el arte va más allá de cualquier creencia religiosa o política. El filme fue rodado en México, la fotografía estuvo a cargo de Gabriel Figueroa uno de los más prestigiosos a nivel mundial, colaborador de Luis Buñuel en muchos filmes, hace de los escenarios exteriores, lugares donde los personajes discurren como lo que son, seres pequeños ante la inmensidad del universo y de la vida. No hay muchos diálogos, las imágenes lo dicen todo cuentan sus historias sin que les escuchemos, entonces ha resistido el paso del tiempo.

Ahora también, para algunos gobiernos hay una iglesia mala, aunque se diga que sólo de algunos de sus miembros porque no se unen al coro de alabanzas y loas al supremo; para los demócratas de hoy, como los dictadores de ayer, la figura del sacerdote no es indispensable, peor en países laicos. En nuestra época, casi alérgica a las lecciones de la historia reciente, "El poder y la gloria" pervive, porque no combate un dogma en nombre de otro dogma o ideología, opone a la intolerancia, algo que creyentes y no creyentes pueden compartir: el derecho a la esperanza. De John Ford, narrador y poeta de imágenes, recordamos: "La diligencia" (1939), "Las viñas de la ira" (1940), "El hombre quieto" (1953), "El sargento búfalo" (1961), "Un tiro en la noche" (1963) y "El ocaso de los cheyennes" (1965).

DE DIOSES Y HOMBRES...

Con Stalin en el poder y luego de la participación de la URSS en la Segunda Guerra Mundial, vino la ocupación de Hungría por el ejército rojo en 1945, proclamándola República Popular; instaurado el socialismo la persecución de las religiones, confesiones católicas y protestantes se desató; el Cardenal Jozsef Mindszenty (1892-1973) fue detenido en 1948, el régimen comunista lo acusó de conspiración y en un cuartel de Budapest sometido a tortura para obligarle a abdicar de su credo; materialmente destruido permaneció bajo arresto domiciliario hasta 1956, en que fue liberado por los revolucionarios anticomunistas; luego de fracasado el alzamiento se refugió en la embajada de Estados Unidos permaneciendo allí más de 10 años; libre en 1971 radicó en Austria. Mindszenty es uno de los muchos sacerdotes católicos víctimas del totalitarismo y la intolerancia religiosa durante la llamada Guerra Fría.

Entre 1991 y el 2002 Argelia estuvo viviendo un estado de guerra civil; en la región montañosa de Tibhirine de aquel país, vivían siete monjes cistercienses en armonía con la población musulmana, en cooperación contra los efectos de la pobreza, sembrando la tierra; su monasterio era como en otras partes un dispensario médico, una noche un grupo de fundamentalistas islámicos ocupó el lugar conminando a los monjes a retirarse, advirtiéndoles con ejeturarlos; el gobierno de Argel entonces, les ofreció protección, que no aceptaron, en 1996 fueron secuestrados y luego presuntamente decapitados. Sobre esta historia real, el director francés Xavier Beauvois, el 2010 realizó el filme "De dios y de hombres", ganador del Gran Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cannes ganó tres Premios César el 2011, y representó a Francia en los Oscars del 2011 en la categoría de Mejor película extranjera. El guión escrito por el propio director junto a Etienne Comar, ubica la acción en los montes Atlas en Argelia en la década de 1990, donde 8 monjes de la orden de la Trapa viven en medio de una guerra civil; los fundamentalistas islámicos los hostigan para que dejen el lugar, lo mismo que el gobierno, que también les ofrece en caso de decidir quedarse, protección; entre el miedo a perder la vida o quedarse a cumplir su ministerio con la población, se deciden por esto último y su fin será su secuestro y posterior desaparición por los terroristas.

LA FUERZA MORAL...

La relación individuo sociedad es tema que ha preocupado a los seres humanos a lo largo de su historia, también las implicaciones morales y políticas de organizaciones en gran escala de regímenes totalitarios que trataron y tratan de someter al individuo a los propósitos del grupo, controlar y manejar sus creencias y actitudes, su concepción de sí mismo, de los demás y su actuar cotidiano. Se ha escrito que la Reforma y el Renacimiento impusieron un sentido antropocéntrico y libertador de las facultades humanas, contra el pensamiento rígido y medieval, que olvidó la necesidad de liberar al hombre de trabas dogmáticas. Ahora que el mundo occidental, Europa más propiamente dicho, atraviesa una crisis de humanismo y de miedo a los fanáticos del EI, el cristianismo y el diverso mundo de la cristiandad, debería resucitar lo esencialmente humano para expandir una fe religiosa que no separe al hombre de sus ineluctuables compromisos terrenos, la única fuerza moral capaz de redimirlo de su desgracia material y espiritual, de los dilemas morales que lo asedian, problemas sociopolíticos del mundo contemporáneo; volviendo a la verdadera búsqueda del Siglo XX que fue el respeto a la persona humana, la interpretación del drama, del esfuerzo y del sufrimiento humano, diferenciando a los líderes de los mistificadores, contra la opresión y en favor de la justicia.

Notas:

La Revolución Mexicana: J. Silvia Herzog. F.C.E. México 1960.

Historia de la Lit. Inglesa: Entwistle-Gillet. F.C.E. México 1955.

Conversaciones con Graham Greene: R. Matthews. Emece 1959.

El poder y la Gloria: Graham Greene. Caralt. Ed. 1959.

Fuente: Por: Juan Manuel Fajardo Abogado, Ensayista, Crítico de Cine
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