El Niño afecta la agropecuaria

Como van las cosas y de acuerdo a las previsiones climatológicas para el resto de la gestión presente, el fenómeno de El Niño, castigará con rigor a la actividad agropecuaria del país, con mayor incidencia negativa en la zona occidental donde la sequía ya ocasionó verdaderos desastres, aparte de las enormes pérdidas que registró la zona oriental y los perjuicios en los valles del país.

Es un año con problemas naturales que obligará a una serie de cambios en los sistemas productivos, en busca de paliar los daños y las pérdidas de enormes cosechas de alimentos para consumo interno y otros, inclusive calculados en buen tiempo para la exportación.

Datos de especialistas, mencionan que los agricultores del sector occidental lograron una siembra temprana a fines del 2015 y los dos primeros meses de la actual gestión, sin embargo los mismos productores no podrán recuperar nuevas cosechas debido a la inclemencia del tiempo en los meses que transcurren, en los que se agudizó la sequía, se añadió un factor de clima muy frígido provocando heladas y eliminando los vestigios de los pocos abrevaderos existentes, con lo que se anularon las posibilidades de tener alimento y agua para el ganado y menos para el riego de campos sembrados.

En dependencias de control agrícola del Viceministerio se confirmó que los campesinos del sector valluno perdieron hasta un 50 por ciento de sus cosechas, en tanto que los productores de los valles altos y el altiplano, prácticamente quedaron sin recuperación agrícola con un cien por ciento de perjuicio.

La falta de lluvias en buena parte de la zona occidental ha secado los pocos depósitos de agua para el ganado, la mayor tragedia se presentó con la desaparición del lago Poopó en Oruro y en todo su entorno donde la vida de miles de cabezas de camélidos, además de ganado ovino y bovino está en riesgo inminente de perderse si no se adoptan medidas de emergencia como la urgente provisión de agua.

Se han mencionado algunos planes de soluciones temporales pero no son suficientes ante la presencia de un fenómeno que persistirá en los meses siguientes, agobiando la ya difícil tarea de sobrevivencia en condiciones adversas sin recursos suficientes para desarrollar programas estructurales que modifiquen aspectos de orden "natural", que se confrontaron en ciclos de cambio climático, pero temporales y no tan prolongados como el presente de nueve meses sin agua, con escasez de lluvias y la imposibilidad de obtener fuentes próximas para un abastecimiento mínimo del liquido elemental.

Frente a la dramática situación, más allá de aplicar medidas de emergencia que no solucionan el problema, dirigentes de las comunidades afectadas han solicitado al Gobierno, la disposición de recursos extraordinarios para encarar proyectos estructurales que aseguren la recuperación de los sectores afectados y garanticen para el futuro fuentes regulares de aprovisionamiento de agua potable para los comunarios y agua para riego y abrevaderos, lo que garantizará además la permanencia en sus comunidades de centenares de familias, que de otro modo se verían obligadas a migrar en busca de subsistencia.

Inversión y tecnología hacen falta para conjurar el actual problema.

Fuente: LA PATRIA