La prensa publica frecuentemente, alguna con varios artÃculos en la misma edición la discriminación, el abuso y el trato primitivo que se impone a la mujer. Es un verdadero horror leer que mujeres congoleñas deban cargar 50 kilos o más a una distancia de 20 kilómetros por una retribución de 1 a 2 dólares. Es que el Congo es el peor lugar para preservar la naturaleza de la mujer, sin considerar que las milicias utilizan la violación como mecanismo estable para destruir comunidades. Y ahora en nuestro paÃs los hechos de violencia contra la mujer son recurrentes. Por ello los hombres debemos recapacitar que es impensable para la exquisita sensibilidad y el aporte decisivo de la mujer al mundo, como el ser más importante de la creación que puedan persistir estas condiciones. Una ley es útil pero cuando el delito se consuma, lo importante es la educación, la percepción de la igualdad de los sexos y el respeto profundo y sincero a la mujer.
En Irán la mujeres solteras tienen un atisbo de aceptación para las transacciones inmobiliarias que, aun renuente a alquilar inmuebles a mujeres, aun sean universitarias con posibilidades económicas ciertas; siendo la argolla de casada la solución del problema aunque sea prestada. Obtenemos como conclusión que persiste la primacÃa del hombre y la involución del desarrollo mental para considerar a la mujer como el hombre, independiente de sus derechos y obligaciones que contraiga, con la suficiente capacidad de generar recursos regularmente y con solvencia creadora.
Peor aún es la actitud de la mayorÃa de los padres en China que priorizan ayuda a un pariente hombre para que adquiera un departamento o una casa y se case, antes de hacer lo mismo por su hija. Esto no es infrecuente pues está enraizado en una sociedad eminentemente patriarcal resultando que el patrimonio inmobiliario se canalice sólo al hombre, desconociendo el mundo que gran parte del patrimonio de los hombres es financiado por los ahorros las mujeres obtenido con gran esfuerzo. ¡Continúa el machismo y la vanidad de vanidades en los hombres!
Es evidente que este enunciado disipa alegrÃa intrÃnseca del verdadero cambio y entusiasmo al mundo que cree con sinceridad, mentalmente y con acciones que, las mujeres y hombres pugnan por su realización personal y colectiva en estrictas condiciones de igualdad. Los pueblos nobles coinciden en dar solución a esta injusticia, cuya caracterÃstica es la inderogabilidad de la igualdad de la mujer y su inicio fue el cambio de mentalidad del hombre y el cese de las tradiciones, del empuje de las sociedades anacrónicas que viven en la molicie para preservar la primacÃa del hombre: una antÃtesis a la doctrina de Cristo o del amor, ahora el sentimiento de amor hacia la mujer el tan valido como aquel.
(*) Es Abogado Corporativo, postgrado en Arbitraje y Conciliación, Docente universitario, Escritor
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