Qué duda cabe de que al hablar de trasplantes de órganos debemos ser conscientes que se trata de un tema que exige mucho tacto y respecto con los afectados, es decir ser prudentes al hablar sobre esta controvertida actividad médica. Ya que si bien existen personas que han perdido un ser querido, por ejemplo un niño, y que han encontrado consuelo ayudando a otros niños a seguir viviendo gracias a la donación, también se sabe de otros casos por ejemplo unos hermanos que tuvieron grandes problemas psÃquicos cuando se le extrajeron los órganos a su madre para trasplantarlos a otra persona.
Lo que no deja lugar a dudas son las experiencias personales vividas por los profesionales que han participado en una extracción de órganos las que deberÃan hacernos reflexionar. Por ejemplo un anestesista británico manifestó abiertamente su apoyo al trasplante de órganos aunque llevará consigo un carné de donante únicamente cuando esté seguro de que, en el supuesto de serle practicada una extracción de órganos, se le anestesiará durante la misma. ¿No resulta una exigencia un tanto curiosa? Parece ser que este experto anestesista sospecha que en estado de muerte cerebral existe sensibilidad al dolor, lo que significarÃa que mientras te están extrayendo tus órganos, puedes estar sintiéndolo. ¿Pero no es acaso extraño que un muerto sienta dolor?
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El doctor Bavastro nos explica cómo hay que imaginarse lo que sucede en la sala de operaciones y lo que sucede frente al dolor: «Considerándolo judicialmente, cuando se habla de "condicionar" se hace referencia a un tratamiento más intenso que el que recibe normalmente un paciente intensivo. Pues tengo que cuidar de que la tensión arterial mantenga una determinado nivel, que no se produzca fiebre, y que no sea necesario suministrar hormonas. En general se trata de diferentes criterios que hay que considerar con el fin de que los órganos puedan ser extraÃdos en un estado lo más óptimo posible, y que empiecen a funcionar también lo mejor posible en el cuerpo receptor.
Sobre los movimientos que se producen en una persona que se encuentra en fallo cerebral, he de decir que no son cuentos o historias espeluznantes, son hechos reales, movimientos descontrolados y sin coordinación que provienen de la médula espinal. Uno de estos movimientos se llama "reflejo de Lázaro", una especie de abrazo descoordinado de ambos brazos semejante a un abrazo. Lo que se produce en más o menos un 70% de los pacientes, resultando espeluznante cuando uno está inclinado sobre el paciente. La Fundación Alemana de Trasplantes de �rganos (DSO), lo considera motivo suficiente para que el anestesista esté presente durante la intervención. Pero la pregunta es: ¿Bajo qué rubro se puede clasificar esta movilidad? Yo personalmente no conozco ningún cadáver que haga tales movimientos.»
En Suiza por ejemplo se exige la administración de anestesia general para un trasplante, pues está documentado que durante la operación es posible que aumente la frecuencia cardiaca, y que la tensión arterial pueda subir, lo que viene a decir que tales funciones están activas en el denominado muerto cerebral. Y este es el punto de discusión sobre el tema de los trasplantes: que los órganos a trasplantar deben estar vivos. En 1974 el famoso filósofo Hans Jonás habÃa prevenido sobre el riesgo de utilizar el concepto de «muerte cerebral» como instrumento al servicio de la adquisición de órganos. Ã?l manifestó que se deberÃa mantener el antiguo concepto de muerte, ya que incluso en la actualidad hay dudas sobre el concepto de muerte cerebral. En 2008 se supo cuál era la postura del Consejo Americano de Ã?tica: «La pretensión de los médicos y polÃticos de hacer una lÃnea de separación entre la vida y la muerte por medio del diagnóstico de muerte cerebral es dudosa.» Y la Academia Americana de NeurologÃa que es responsable de los criterios del diagnóstico de muerte cerebral en Norteamérica, publicó en el año 2010 un artÃculo diciendo: «Los modelos de diagnóstico de muerte cerebral se basan en opiniones de expertos, pero no son una evidencia cientÃfica.» Con todo esto estimado lector, saque usted su propia conclusión al respecto.
(*) Del programa: «Donación de órganos», que se escucha por Sophia TV América
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