Lunes 05 de septiembre de 2016
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Las calles orureñas fueron tomadas por familias íntegras que aprovecharon el espacio que normalmente es ocupado por los motorizados y vivieron una jornada tranquila, los bocinazos, el humo y las trancaderas habituales, fueron cambiadas por las bicicletas, los paseos a pie y el aprovechamiento de los pocos espacios de recreación que se tienen en la urbe, los niños fueron los más agradecidos por una jornada dedicada al peatón.
Algunas de las actividades se desarrollaron con normalidad, como el comercio, los servicios eclesiásticos, el control policial y los servicios médicos, un sector que estuvo agradecido por este día fue el de los mecánicos que arreglan bicicletas ya que con el devenir del tiempo su trabajo se ha reducido enormemente, tampoco podemos olvidar a los que aprovecharon para vender algún refresco o unos helados que saciaron la sed de las personas principalmente por la mañana, ya que en la tarde el viento también dijo presente.
Fuente: LA PATRIA
