A palazos muere un recluso en Palmasola

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El interno David Mauricio Balderomar Vargas, murió cruelmente la mañana de ayer en el penal de Palmasola de Santa Cruz de la Sierra, cuando una treintena de reclusos se encargaron de dar fin con su vida a palazos. Aquella tragedia ocurrió en el pabellón dos de Régimen Abierto.

A las 10:00 horas aproximadamente la víctima fue castigada por los reclusos que estaban armados con palos y bates. Lo golpearon hasta el cansancio, destrozándole el cráneo en el pasillo de su celda. El diagnóstico fue explosión de masa encefálica por múltiples golpes.

Tres internos, amigos de David, quienes cumplen penas por tráfico de drogas y robo agravado, casi corrieron la misma suerte. Los policías evitaron que el número de muertos ascienda a cuatro.

La víctima era músico y tenía detención preventiva desde el 17 de junio de este año. En la escena del crimen se encontraron dos palos que fueron utilizados en la golpiza. Se desconocía hasta ese momento, los motivos por los cuales fue brutalmente asesinado.

FUGA

David Balderomar fue castigado en una primera instancia por las autoridades penitenciarias y lo cambiaron al pabellón 24, ya que se filtró la noticia de una supuesta fuga que estaba planificando.

El castigo fue completado hace tres semanas y lo devolvieron a su celda, sin embargo, corrió entre los internos del penal un nuevo rumor, que David estaría preparando una fuga. Este hecho fue suficiente para que varios privados de libertad tomen la decisión de castigarlo por su indisciplina y matarlo a golpes.

COMANDANTE

El comandante de Policía de Santa Cruz, coronel Sabino Guzmán, afirmó que se hizo la requisa de las celdas tras la muerte del interno y se secuestraron dos armas de fuego calibre nueve milímetros y 16 proyectiles, así como celulares, sin especificar el número.

Asimismo, la autoridad policial no descartó que el deceso de Balderomar fuera por una pugna de poder dentro del penal, ya que se presume que él estaría formando un grupo con los internos extranjeros.

Añadió que los brasileños Moises Aparacio Cunha (38), José Diodato Cicero (40) y Carlos Roberto de Jesús (50) fueron aislados del resto de la población penitenciaria.

Las autoridades policiales se comprometieron en realizar la investigación respectiva, aunque señalaron que en ese tipo de casos, prima en ellos, la denominada "ley del silencio".

Fuente: LA PATRIA (Santa Cruz)