Martes 30 de agosto de 2016
ver hoy
A diferencia de otros conflictos, el reciente suscitado en el cerro Jach´a Pucará, será un lamentable episodio de análisis criminal respecto el comportamiento de la psicologÃa de masas; aunque, todas las acciones fueron por demás injustificadas y hasta innombrables.
A pesar de las cifras: más de 100 efectivos policiales heridos, 2 procesos penales aperturados, una veintena de prófugos, de momento 9 detenidos preventivos por asesinato, y cinco muertes de ciudadanos bolivianos; son hechos que no deben quedar impunes. Ninguna vida vale menos que la otra, las circunstancias de los decesos deben esclarecerse. Si bien se practicaron las pericias balÃsticas a algunos cuerpos de los manifestantes, éstas dieron cuenta que fueron por arma de fuego hecho que debe indagarse con la misma rigurosidad. Sin embargo las circunstancias criminológicas son totalmente distintas en el asesinato del Viceministro de Régimen Interior. De momento el conflicto más que resolverse sólo se disolvió.
En los hechos la reducción de áreas de trabajo, el incremento en la cantidad de cooperativistas, la coparticipación mixta (extranjera) en sus labores, los bajos precios de los minerales, la intransigencia en rechazar la sindicalización (derechos laborales) en sus estructuras y un largo etcétera; hacen complejo analizar la realidad de este sector corporativo del que mucho se especuló en los últimos dÃas, sin embargo de las observaciones públicas todas confluyen en que históricamente éstos fueron por demás privilegiados.