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Domingo 28 de agosto de 2016

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Revista Dominical

Mujeres creando a mi primer amor

28 ago 2016

Fuente: LA PATRIA

Por: Ximena Miralles Iporre Directora de LA PATRIA

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"¡Qué vivan las gordas, qué vivan las morenas! Quiero ser mujer sin modelos que imitar". �sta, es la última línea de una nota de opinión de María Galindo, activista de la agrupación Mujeres Creando, que hizo una crítica a Maricruz Ribera y su proyecto de prevención contra la violencia femenina Yo Soy Mi Primer Amor (YSMPA); y me pregunto, ¿las gordas y las morenas no son modelos a imitar?

A lo largo de mi vida escuché y leí de numerosos investigadores y autores decir que se educa más con el ejemplo que con millones de palabras y discursos, por muy buenos que estos sean, pues podemos hablarle a un niño de los valores, pero si no los vivimos, esa persona se criará con anti valores. Por ejemplo, si le digo a mi hijo o hija, "no debes mentir, es malo", pero luego viene a buscarme una persona a la que no quiero ver y le pido "dile que no estoy", ¿qué mensaje captará el niño o niña?, ¿cómo irá a actuar después él o ella?

Las figuras públicas siempre son susceptibles de ser copiadas, incluso la mismísima María Galindo es un modelo a imitar, que los demás decidan si quieren seguirla a ella o a Maricruz ya es una elección personal y no se puede señalar a una o a la otra como un buen o mal ejemplo, pues la gente elegirá de acuerdo a sus preferencias y a su sistema de valores.

Leyendo la columna de Galindo percibo discriminación, si bien sentencia que las adolescentes deben reivindicar sus cuerpos, su color de piel, me pregunto ¿debe entonces una rubia, blancona, que cuida su silueta, avergonzarse por cómo es?, pienso que las personas debemos aceptarnos como somos, altas, bajas, morenas, rubias, pelirrojas o de cualquier color, gordas o flacas, lo que realmente interesa es el crecimiento interno, los valores, lo que proyectamos desde nuestro interior y es ahí donde pretende trabajar el programa Yo Soy Mi Primer Amor.

Galindo critica el programa y señala "la violencia no es producto de una carencia de autoestima y que esa es una interpretación machista de la violencia porque exime al violento de su responsabilidad y vuelve a cargar la responsabilidad sobre la víctima", permítanme disentir, porque según lo que he leído en cuanto a apoyo psicológico y autoayuda, autores como Wayne Dyer, Pilar Sordo, Miguel Ãngel Cornejo, Vanessa de Oliveira, Louis Hay y muchos otros, además por experiencia, todo comienza en el amor propio, cuando tenemos una autoestima saludable somos capaces inclusive de ser personas más sanas y conseguir el éxito.

YSMPA fue un proyecto diseñado por profesionales en psicología y psicopedagogía, que acompañan a Maricruz Ribera, no es algo que haya nacido de la noche a la mañana en el afán de mostrar una sola figura que sea el ejemplo a seguir, sino que están involucradas muchas voluntarias, y no sólo mujeres, sino que también existe el apoyo de varones comprometidos con la lucha contra la violencia, cada quien con diferente profesión, psicólogos, pedagogos, abogados, periodistas, amas de casa, maestros, que ayudan a conseguir el éxito del mismo.

"Primero enamórate de vos misma, si te amas, te valoras, te respetas, pues el mundo lo va a hacer, pero si eres una mujer insegura, crees que no eres inteligente, que no eres valiente o hermosa, incluso vas a atraer a personas negativas a tu vida, personas que detectan esa baja autoestima y como que vienen a apoderarse de todo eso, una mujer empoderada con su vida no puede aguantar que nadie la maltrate, sabe que es valiente y que puede seguir adelante", fueron las palabras de Ribera cuando presentó el programa en Oruro.

Y tiene lógica, pues una persona con una autoestima saludable rechazará cualquier tipo de maltrato, venga de donde venga, es más, se rodeará de personas también sanas y construirá relaciones con esa perspectiva, atraerá a gente con una estima propia firme, que no necesita hacer sentir menos, al resto, para sobresalir.

Por otra parte, el programa está enfocado en las niñas, por ahora, porque busca empoderar a las mujeres del futuro como primera medida, pero éste no se quedará ahí, sino que se tiene previsto llegar a los niños con quienes, mañana, se relacionarán ellas, pero tenía que haber un punto de partida y ése es el trabajo en el fortalecimiento de la autoestima de las niñas y del empoderamiento de éstas, es por eso que, según explicó Ribera, se quiere convertir el programa en una política municipal y se buscan acuerdos con los diferentes municipios de Bolivia en la intención de alcanzar ese objetivo.

Los profesionales en psicología dirigen los talleres para padres, es decir, que el programa busca ir más allá y hacer que tanto padres como niñas hablen el mismo idioma, que no sólo cambie la vida de las chicas, sino que sus papás apoyen con el trato que les darán en el hogar.

Otra interpelación de Galindo es acerca de la incompatibilidad que ve ella entre la que ella llama "modelo cosa" y la lucha contra la violencia, sin embargo, el hecho de no haber reaccionado en el momento en que participó como modelo, prestando su imagen sexy, no creo que la descalifique para emprender una campaña con fines nobles, pues muchas niñas ni siquiera deben conocer la publicidad de Corimexo en la que aparecía Maricruz, personalmente yo no me hubiese dado cuenta si no era por el comentario de algunos colegas que la recuerdan de aquellas épocas.

En su crítica, María señala: "El sujeto que elige Maricruz para su reciclaje son las niñas entre 11 y 14 años de escuelas públicas, chicas que vienen de un mundo de pobreza, de un mundo en muchos casos de violencia en sus propias casas. Chicas para las cuales Maricruz se acerca a la personificación de una Barbie y que por lo tanto la idolatran por ser rubia y parecer una muñeca. Allí Maricruz se planta frente a ellas: jóvenes morenas, gordas, pobres, bajitas, sin cintura. Allí se planta Maricruz a decirles que su problema es la autoestima".

En primer lugar discrepo en que siempre que se habla de violencia se tiene una idea, según mi experiencia, errada de que la violencia sólo aparece en el ámbito de la pobreza, la violencia está presente en cualquier clase social, pero en las clases altas o adineradas, esos temas no se hablan, no se denuncian, no salen a la luz pública, se tapan con maquillaje y dinero, pero de que está presente, está.

Y otra observación que tengo a ese párrafo es que vi de cerca a las niñas que asisten a las sesiones de YSMPA y no todas tienen la descripción que hace Galindo de ellas, en realidad se unen niñas de todo tipo, bajitas, altas, gordas, flacas, rubias, morenas, de diferentes clases sociales y se hermanan en un solo propósito, aprender a amarse a sí mismas.

Según la activista, "el cuadro es grotesco: jóvenes que necesitan reivindicar sus cuerpos reales, el color de sus pieles, reinvidicar su tamaño y rebelarse contra la cirugía estética, contra los implantes de silicona.... Jóvenes que necesitan rebelarse a ser medidas por parámetros de belleza que las estereotipan las cosifican y las destruyen, tienen a una Barbie, que por ambición las usa para promocionarse".

En mi opinión y esta es una opinión personal, si una mujer bella, sexy y exitosa me dijera que tengo problemas de autoestima y que ella tiene la solución, pues con gusto seguiría sus recetas para mejorarme yo como persona, si alguien así, y encima fuera alguien a quien admire me dice que debo trabajar en mi interior y comenzar a amarme por quien soy, que yo soy mi primer amor, le creo y hago lo que me indique para quererme, aceptarme, convertirme en una persona segura y exitosa como mi ejemplo a imitar, más allá de lo físico.

Sobre todo pienso que antes que reivindicar el cuerpo, tamaño o color de piel tenemos que aprender a aceptarnos y amarnos desde el interior y comenzar a apreciarnos con todo lo que tenemos, física, psicológica, emocional y espiritualmente.

Pero no nos quedemos en la opinión de la activista de Mujeres Creando o en la propia, sino que veamos qué tienen que decir las voluntarias que creen en YSMPA.

Ana Aldana, psicóloga: "El programa para mí es una fortaleza para niñas y también para padres, en el cual ambos van aprendiendo y conociendo las cosas que están ahí y no las ven porque sus prioridades son otras".

Aracely Rossel, psicóloga: "El programa para mí, es una lucha de mujeres luchando por otras mujeres, creando conciencia sobre el valor que tiene cada una, y un grupo de crecimiento conciencial y personal, porque en cada taller del que soy parte, en el grupo de padres, siempre aprendo algo más, sobre todo que soy un ser capaz de iluminar la vida de otros con muy poco".

Ana Bayá, psicóloga y maestra: "el programa YSMPA refleja un cambio paradigmático en la forma de ver la violencia, toda vez que su enfoque es preventivo y trabaja en la mujer sin victimizarla y sin echar sobre ella responsabilidades sobre la misma violencia que vive. Interviene en forma estructural porque actúa sobre la formación cognitiva (cómo entienden el mundo) y social (cómo actúan en el mundo) de las niñas, para crear mujeres fuertes que se desenvuelven en un mundo equitativo e igualitario entre el rol femenino y masculino de una sociedad más justa".

Shirley Salinas, administradora de empresas: "Para mí, Yo Soy Mi Primer Amor es la experiencia más maravillosa de mi vida, me da la oportunidad de ser útil, me hace grande y me fortalece como mujer, me parece increíble el poder de la palabra, de una caricia y de un abrazo. Es un camino hacia la libertad, es una promesa de un futuro sin violencia, donde las mujeres tendrán más oportunidades.

Percibí fortaleza, cambio de una sesión a otra, algo bien personal, un cambio interno, estaba atrapada en una relación conflictiva de la que me costaba salir, pero Yo Soy Mi Primer Amor me fortalece todos los días, escucho las canciones, leo y me repito que soy hermosa y sobre todo valiente. Me está enseñando a entender y compartir más con mi hija y transmitirle valentía, necesitamos mujeres fuertes, para este mundo tan difícil, sin contar las maravillosas personas que trabajan con quienes encontré una familia guerrera".

Elizabeth Orozco, psicóloga: "Para mí el programa YSMPA es un espacio donde se otorga las herramientas para empoderar a las niñas en contra de la violencia, creo que esto ayuda bastante debido a que muchas de ellas provienen de hogares disfuncionales, en los cuales, por diferentes motivos, la violencia se va normalizando, generando niñas maltratadas que en un futuro próximo serán quienes asuman el papel de, ya sea, padre o la madre de una víctima o agresor.

En cuanto a las experiencias con los padres tuve la oportunidad de hacer el seguimiento de un caso , en el que era un papá muy violento y su hija estudia en el colegio en el que trabajo, una vez que comenzó a asistir a los talleres su actitud fue cambiando, a resultado de esto el comportamiento de la niña también, puesto que ella era muy agresiva, sin embargo, gracias al cambio que hubo por parte del padre y al haber asumido su responsabilidad por la actitud de su hija ahora ella es una jovencita que puede tener la confianza de dialogar con él sin miedo.

Sabes que esto es un trabajo integral, si otorgamos herramientas a las niñas, de igual manera debemos hacerlo con los padres porque al final si cada uno de los actores dentro del hogar no asume su papel de forma adecuada muy pocos cambios se pueden alcanzar".

Como palabras finales sólo diré el programa que dirige Maricruz Ribera, es un proyecto en el que hay mujeres creando a mi primer amor, al primer amor de cada niña, que es cada una de ellas mismas.

Fuente: LA PATRIA
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