Homenaje al maestro(a) jubilado

Conocemos de la vida más que otro profesional,

hemos vivido con niños de todas las clases sociales.

Sabíamos de sus inquietudes y sus sueños,

su sonrisa llenó el corazón humano y nuestra vida,

su tristeza nos embargó de nostalgia,

sus manos pequeñas buscaron las nuestras,

sus ojos nos dieron matices de luz,

su mirada ingenua, inocente y tierna

inspira una plegaria cada mañana o al ocaso de la tarde.

Hemos visto florecer tanta vida en cada primavera.

hemos visto atardeceres que se alejaron en soledad.

Sin embargo en el misterio de nuestra existencia

En el apostolado de nuestra profesión rubricamos

El deber cumplido con la Patria y nuestra vida

Entregada a multitudes en las aulas

Estamos todavía de pie frente a la ventana de ilusiones

Con los restos que no se llevaron las primaveras

y nos toca como maestros aprender la quietud

De la vejez con dignidad y escribiendo todavía

Con el lápiz entre los dedos el alfabeto de la esperanza

En la espera de la dulce eternidad

Porque nunca estuvieron desolados nuestros caminos

Estaban los recuerdos de esas manitas, de esos ojitos

En el bullicio de las horas del recreo

Sólo nosotros sabemos el valor de nuestro sacrificio

En el camino a las maravillas de Dios

Benditos sean los niños y los jóvenes

Que nos regalaron tantas alegrías

Lágrimas y sus años porque todo eso nos merecemos

Por el solo hecho de haber sido simplemente un maestro de aula

y con cariño el "profesor".

y en la lápida de nuestra paz. Escribirán:

"Aquí Reposa Un Maestro"

(*) Maestra, Presidenta Conif - Federación Oruro