Incógnita sobre líderes y partidos

De momento el caso de los líderes políticos en el país está bajo cuestionamientos de las "bases", aunque estas resultan ahora muy disminuidas en relación a otros tiempos y con un abanico de partidos, como cartas en la mano para un juego de azar con muchos interesados en ganar la partida.

El hecho se ha resumido a pocos casos y estos "residuos" partidarios como lo señala un analista, no tienen fuerza para encarar funciones de gestión, como se denomina a la participación de personas en una serie de actividades que tienen que ver con necesidades ciudadanas, dependiendo de la tienda política, grande o chica para encarar la solución de problemas domésticos, o quien sabe hechos de relevancia en el contexto de la pugna oficialismo u oposición.

Con los resultados de un pasado referéndum que truncó algunas expectativas, salieron a relucir las falencias de liderazgo en el partido oficial que aún sigue con ese trauma en torno a una dirigencia de futura responsabilidad en las próximas contiendas electorales.

Los partidos del país que otrora fueron conductores de gobernabilidad, en alianzas muy controvertidas pero que accedieron al poder, ahora son débiles fracciones que se mueven circunstancialmente y hasta disputan su hegemonía partidaria, cuestionan los liderazgos y muestran sus debilidades, porque mientras no se reorganicen institucionalmente es muy difícil que hablen de fortalezas.

Y en el ámbito de superioridad organizativa como es el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ya se menciona preparativos para renovar la caduca ley de partidos que data de 1999 y se encuentra rezagada en función a los lineamientos de la nueva Constitución Política del Estado, lo que obliga a renovar la Ley de Partidos Políticos que regule en adelante la funcionalidad democrática de las fuerzas representativas de diferentes corrientes partidarias, para abrir el escenario a todas las instancias ideológicas y sociales que tengan interés en la vida orgánica de la Nación y en su desarrollo socio político y económico.

De momento se sabe que hay dos proyectos, uno impulsado por el órgano electoral y el otro por una unidad técnica de la Asamblea Legislativa Plurinacional, en ambos casos las propuestas tendrán que ser ampliamente debatidas en diferentes niveles de la colectividad, las organizaciones civiles y por supuesto las instancias político partidarias.

Ahí surge el otro problema y es que para entrar en los debates, se necesita líderes que absolutamente empapados de ideologías, programas y lineamientos políticos participen en el establecimiento de la nueva Ley de Partidos Políticos que permita en el país una verdadera práctica democrática que responda a fines muy precisos en el futuro partidario, que no tendrá que seguir en el marco irresponsable de crear siglas y grupos de ocasionales intereses, sino verdaderas instituciones políticas que avalen su razón de ser efectivos núcleos de representación ideológica de una población diversa, interesada en el bienestar del colectivo ciudadano.

De momento es realmente una incógnita la situación de partidos políticos, agrupaciones ciudadanas u otras agrupaciones, si las mismas carecen de líderes adecuadamente preparados para el desempeño partidario, necesitamos muchos líderes para formar buenos partidos políticos

Fuente: LA PATRIA