Gratitud y respeto hacia todo ser vivo

Días atrás se conoció una noticia insólita y muy triste, un hombre abusó de un pequeño can, el hecho fue denunciado ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), que al final no atendió el caso y dejó que el violador quedara libre; la dueña no se rindió y puso la denuncia en otra dependencia encargada de los crímenes contra animales, además que se organizó una marcha pidiendo justicia para el perrito.

Recién se supo nuevamente sobre este caso, pues se confirmó que la violación y maltrato a su órgano genital existieron, y según el informe del veterinario que atendió al can, el animalito tuvo una hemorragia interna que pudo costarle la vida producto del vejamen que sufrió.

Para poner en práctica este principio debemos empezar por amarnos y respetarnos a nosotros mismos, valorar nuestra esencia y agradecer por todo lo que se nos da para vivir.

También debemos ser agradecidos por las plantas, animales, minerales y todo cuanto existe en el mundo y nos rodea, pues todo tiene su valor y no debemos menospreciar nada ni a nadie. Esto se relaciona a otro de los principios del reiki, que decreta: "sólo por hoy, agradece a la vida por sus dones", entre los que se cuentan precisamente todos los elementos de la naturaleza que hacen de nuestra vida algo más satisfactorio.

Obedeciendo a los dos principios del reiki, debemos considerar que todo ser viviente merece nuestro respeto, si es que no vamos a adoptar a un animal como mascota, por lo menos debemos respetar su espacio, su cuerpo y no maltratarlo sólo por el hecho de considerarlos inferiores. Es más, siendo seres de inteligencia inferior, nosotros los humanos como seres superiores deberíamos ayudarlos a subsistir en este mundo, pues no tendrán la misma inteligencia que nosotros, pero sí tienen sentimientos.

No es posible llamarnos seres civilizados si hacemos daño deliberadamente y sabiendo que estamos provocando el sufrimiento a otro ser vivo. Todos tenemos una historia por detrás, y muchas veces con mucho dolor, pero nunca es tarde para aprender a amar y respetar, sólo cuando veamos con respeto a los demás podremos librarnos de las cadenas del odio y del dolor.

Respetemos a los seres vivos, especialmente a los animales, más aun, tratándose de los fieles amigos que Dios puso en la tierra para hacernos compañía, darnos su cariño y mostrarnos el camino de la lealtad, los canes.

Fuente: LA PATRIA