La Felap registra un macabro récord en México

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) lleva un registro ingrato, pero bien documentado: cinco trabajadores del gremio muertos en México en lo que va de 2010 y 105 desde 1983 hasta la fecha.

Lamentablemente las cifras quedan rebasadas con facilidad, mañana podría sumar dos, tres o quién sabe cuántos más, asegura Teodoro Rentería, vicepresidente de la Felap y presidente honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex).

Las agresiones contra los periodistas y los medios de comunicación en este país, principalmente los homicidios y las desapariciones forzadas, permanecen en la más absoluta impunidad, explicó Rentería en entrevista con Prensa Latina.

Hasta el momento el más reciente asesinato fue el de la ex conductora de televisión, María Isabel Cordero Martínez, quien resultó acribillada junto a su amiga Maris Catalina Flores Aguayo, por un comando en la capital del estado de Chihuahua, refirió el reconocido intelectual.

Nada de retórica cuando usamos el término de impunidad, responde Rentería: "No hay por parte de las autoridades competentes ninguna investigación en curso para llegar a esclarecer los hechos e impartir justicia contra los autores intelectuales y materiales de los crímenes".

Los ataques a los periodistas, sostiene el dirigente de la Felap, tienen el propósito fundamental de socavar la libertad de expresión y de prensa.

Según la investigación realizada por la Organización No Gubernamental Artículo 19, la violencia proviene del poder político, económico y criminal en México.

Ello pone en evidencia a los poderes del Estado -desde el ámbito local hasta el federal- al menos por los delitos de omisión y negligencia, porque los homicidios y las desapariciones forzadas siguen sin investigarse, apreció el experto.

Hay 14 trabajadores de la prensa mexicana desaparecidos en los últimos ocho años, tres de ellos fueron hallados muertos y todavía se ignora el paradero de los otros 11, explicó el vicetitular de Felap.

Resulta significativo el reciente secuestro y asesinato del médico, abogado y conductor radiofónico Enrique Villicaña Palomares, ex director del Sistema Michoacano de Radio y Televisión y ex secretario general de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Villicaña Palomares fungió como coordinador del Programa de Rescate del Centro Histórico de Morelia; además de médico cirujano, era notario público graduado en licenciatura en Derecho y colaborador con artículos de opinión en CB Noticias y La Voz de Michoacán; fuimos amigos durante años, comentó Rentería.

Las desapariciones forzadas, aseguró, tienen un sentido político, no están movidas por las ansias lucrativas como suele suceder en los secuestros.

Entre los desaparecidos figuran reporteros de Televisa y de TV Azteca, medios alineados con el oficialismo, pero ni la dirigencia de esos canales ha exigido la investigación de los casos, alertó el analista.

“Si el objetivo es cercenar las libertades de prensa y expresión, podría decirte que lo están logrando; en los estados con mayor índice de violencia, se les ha pedido a los reporteros dejar de cubrir las fuentes policiales y sólo dar cuenta de los asuntos más relevantes, pero sin firmar los escritos”.

En la radio y la televisión, donde el periodista expone su voz o su imagen, la idea para preservar a los profesionales es que aborden las noticias de forma austera, sin entrar a analizar los acontecimientos; al final tiene lugar un proceso de autocensura a causa de los peligros, apreció el vicepresidente de la Felap.

Antes de 1983, recordó, los hechos criminales contra los trabajadores de la prensa llegaban a tres o cuatro por año; pero el fenómeno ha ido en ascenso: en los últimos 40 meses suman 39 los asesinados y 11 continúan desaparecidos.

Aunque fue creada la fiscalía especial para atender los delitos contra los periodistas y los medios de comunicación, su funcionamiento responde a un memorando del Ejecutivo; es decir, carece de reconocimiento en la ley orgánica de la Procuraduría General de la República, por lo cual no dispone de presupuesto y personal; es una entelequia, aseveró Rentería.

En 2006, a fines del sexenio del presidente Vicente Fox, México ocupaba el segundo lugar en el mundo por atentados a los periodistas, sólo superado por Irak, envuelto en una situación de guerra por la intervención imperialista; hoy nuestro país está por encima de los registros en esa nación del suroeste de Asia aunque el conflicto continúa allí, recordó.

El 2009, resumió, fue el año más trágico para el periodismo mexicano, perdieron la vida 15 profesionales del sector, mientras que el Iraq el saldo fue de cinco a pesar de las condiciones sui géneris en ese territorio del Oriente Medio. "Llevamos un registro ingrato: México con el récord de agresiones a la prensa".

Fuente: México (PL)