Comité de Bioética sostiene que es necesario debate sobre "muerte digna"

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La bioética o ética de la vida se refiere a los derechos de los pacientes. Expertos en el tema aseguran que es imperioso desarrollar un debate desde la mirada de la bioética para analizar la posibilidad de normar "la muerte digna" en Bolivia.

Javier Luna Orozco, coordinador del Comité Nacional de Bioética, explicó que el elemento fundamental para tener una muerte digna es el de desarrollar lo que actualmente se denomina la medicina paliativa. "Debemos ofrecerle al muriente condiciones dignas de vida, de vida terminal. Así como hay dignidad para vivir, tiene que haber dignidad para morir", sostuvo.

Una iniciativa ciudadana propone que se debata un proyecto de ley de "muerte digna", que implica no alargar de manera inadecuada o forzada la vida de una persona. Es diferente a la eutanasia, que equivale a quitarle la vida a una persona.

Sin embargo esta práctica de la medicina no está normada en el país. "El componente de la ética y de la bioética son fundamentales para cambiar nuestra sociedad, es necesario profundizar en varios aspectos, para contribuir a una mayor comprensión. La ética de la vida o la bioética, es la más sublime de las éticas aplicadas", comentó Luna Orozco.

Expresó que el proyecto de ley sobre "muerte digna" tendría que contemplar "fundamentalmente la habilitación de centros que son de medicina paliativa para enfermos terminales, sea por cáncer, enfermedades degenerativas propias de la ancianidad o cualquier otro motivo. Lamentablemente en Bolivia no existe este tipo de centros, solamente los países muy desarrollados los tienen", añadió.

MÃ?DICO JESUITA

Por otro lado, el médico jesuita y especialista en bioética, Daniel Mercado, explicó que el debate tiene que centrarse en buscar mejores condiciones para los pacientes terminales.

"Cualquier médico, ante un paciente, lo que busca es aliviar el dolor, el problema se va complicando cuando éste, contra la voluntad de un paciente, quiere utilizar instrumentos como la colocación de oxígeno, sondas intravenosas y otros elementos que prologan como sea la vida. La suspensión de esas medidas implican el debate de fondo", argumentó.

Añadió que los principios y alcances de la biótica no se encuentran normados en el país, la Constitución Política del Estado tan solo habla de "consentimiento informado", es decir, que no se puede someter al paciente a un tratamiento o procedimiento que no haya sido previamente informado y consentido por éste.

De normar la "muerte digna" se podría permitir que galenos suspendan procedimientos médicos que mantienen a los pacientes terminales con signos vitales, pero a la vez alargan la agonía y el dolor con tratamientos que no necesariamente revierte el cuadro clínico.

Respecto a esa práctica ("muerte digna"), actualmente penada por las leyes nacionales, el Colegio Médico indicó a este medio que el juramento hipocrático que realizan esos profesionales no les permite incurrir en aquello, por más que estuviera normado. "La aplicación de una ley no puede ir en contrasentido a la ética de un profesional", dijeron.

Sobre eso, Mercado explicó que ello no implicaría un problema puesto que los médicos pueden "recurrir a la ´objeción de conciencia´", pero siempre habrá otros que la acepten.

Recordó que la Conferencia Episcopal Argentina dio una suerte de respaldo a la ley argentina de "muerte digna" de 2012, señalando que no se incurra en el "encarnizamiento terapéutico" de los pacientes terminales.

"Cuando un médico actúa en contra de la voluntad de un paciente, estamos vulnerando sus derechos. Se debe incurrir en prácticas que coadyuven a una ´muerte digna´, como la sedación paliativa. Existen tratamientos que un médico puede desarrollar para mantener con signos vitales a un paciente, sin embargo el mismo paciente puede decir ´basta a todo ello´, lo que no implica un suicidio asistido o eutanasia", comentó.

La iniciativa de promover la "muerte digna" se basa en una norma argentina, pero otros países también han incursionado en esta práctica, como Colombia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Estados Unidos.

La comunicadora Mariana Vargas es la principal impulsora de que pueda autorizarse esta iniciativa expresa.

Fuente: Por: María Angélica MIchel La Paz, 13 (ANF).-