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Domingo 14 de agosto de 2016

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Revista Dominical

Un 2002 nunca más

14 ago 2016

Fuente: Por: Ximena Miralles Iporre Directora de LA PATRIA

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Bitácora de emergencias: 19 de febrero de 2002, ciudad de La Paz, el granizo alcanza niveles insospechados, luego de una hora de una torrencial lluvia ocurrida aproximadamente a las 3 de la tarde, las aguas heladas arrasaban a gente, casetas, anaqueles y vehículos que se encontraban a la deriva, 74 muertos, muchos desaparecidos y decenas de heridos, las pérdidas se calculaban en más de 10 millones de dólares.

Aquel día no sólo dejó luto, dolor y cuantiosas pérdidas, sino también personas traumatizadas, tanto que a la primera lluvia ya comenzaban a alarmarse, desde ese día nada volvió a ser como antes, afortunadamente.

Nicolás Ramos, sobreviviente de la tragedia, 10 años después relató al periódico La Prensa, que cuando llueve le atemoriza pensar en que pueda ocurrir una tragedia semejante nuevamente. Entonces hacían más de 15 años que trabajaba como zapatero en el túnel de San Francisco, recordó cómo ese día 19 de febrero de 2002 se vio atrapado en medio del agua y el granizo; cuando vio a dos de sus compañeros de labor arrastrados por el agua no lo pensó dos veces y arriesgó su vida para ayudarlos, "no había por dónde escapar, cuando los vi, no dudé en agarrarlos, pero a uno se lo llevó el agua", contó.

Historias como esa hubo muchas. Las cámaras de los medios televisivos mostraron cómo las aguas se llevaban movilidades que se encontraban como barcos a la deriva y la imagen que nadie podrá olvidar, una señora que era arrastrada por el agua, quien afortunadamente fue rescatada con vida.

Las tareas de rescate fueron arduas, el retén de emergencia no se daba abasto para tantas y tantas llamadas de auxilio que llegaban inclusive a través de los medios de comunicación. El mismo alcalde de entonces, Juan del Granado, considerado por muchos el mejor de todos los tiempos, personalmente dirigía las tareas de rescate, se le vio ante las cámaras arremangado ayudando a la gente, junto a él muchos héroes anónimos salvaron vidas y apoyaron a sus coterráneos.

Pero después de la tragedia, Del Granado se propuso trabajar porque ese 19 de febrero de 2002 nunca más se repita en la ciudad de La Paz, para empezar el retén de emergencias se descentralizó y ahora existe más de uno en diferentes zonas de la ciudad.

La urbe paceña es altamente vulnerable a los desastres, el 70% de la ciudad tiene un grado de riesgo, según Mauricio Claros, director de Prevención de Riesgos, de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos. La información fue proporcionada en un taller recientemente organizado por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (Gamlp).

En la misma actividad se proporcionaron otros datos. La Paz posee muchos ríos que generan alta erosión de los suelos, son 364 ríos que forman 5 cuencas hidrográficas, con un total de 496 Km.2, en los que 87.8 Km.2 están en el área urbana.

Se realizaron muchas obras subterráneas para evitar o reducir las amenazas hidráulicas durante la gestión de Juan del Granado, según él mismo contó que: "Luego de la granizada, las amenazas hidráulicas han sido prevenidas con las obras, aunque hay mucho por hacer. Lo que sí son una amenaza son los deslizamientos como el ocurrido el año pasado (se refiere al megadeslizamiento de parte de la ladera este de la ciudad). Pero ese evento, por ejemplo, no tuvo ni un muerto, es que hay gestión de riesgos", durante una entrevista hecha por Guadalupe Tapia, de La Razón.

"En 2004, La Paz ganó el premio Sasakawa a la mejor gestión de riesgo, otorgado por la Organización de Naciones Unidas. También fuimos cabeza del programa de la ONU en América Latina en prevención de riesgos y actualmente tenemos las mejores condiciones técnicas y tecnológicas para afrontar las eventualidades, aunque no desaparece el riesgo", señaló del Granado en la misma entrevista.

Desde entonces hasta la actualidad se ha avanzado mucho, no sólo en la prevención, también en la mitigación de los riesgos, además de la atención de emergencias, con albergues bien equipados a donde se lleva a los damnificados, además del apoyo psicológico y en salud para quienes sufren por los desastres naturales o no naturales.

Y no sólo se atienden casos de emergencias en La Paz, también se brinda colaboración en municipios de otros departamentos, donde se requiere de la ayuda especializada de quienes forman parte de la Secretaría, pues su personal está capacitado para afrontar todo tipo de emergencias.

Por otra parte, se realiza el trabajo de manera interinstitucional, es decir, se trabaja junto a Defensa Civil, el grupo de rescate SAR Bolivia, Bomberos y otras entidades.

La alcaldía paceña basa su accionar en la Ley 602 de Gestión de Riesgos y su decreto reglamentario Nº 2342, donde señala el protocolo a seguir en cuanto a prevención, mitigación y recuperación, frente a situaciones de riesgo.

Y frente a las emergencias y desastres, para una atención más óptima se realiza la preparación, alerta temprana, declaratoria de emergencia, la respuesta y la rehabilitación.

Para llevar a efecto todas esas acciones el municipio de La Paz está equipado con sistemas de control y monitoreo, con pluviómetros, sensores radar, cámaras y estaciones meteorológicas, alarmas para la prevención, además para brindar ayuda técnica y humanitaria una vez ocurrido un evento. Además que todo el equipo humano está capacitado en la atención psicológica para los afectados, que es lo primero en que se tiene que apoyar a las personas que padecen alguna tragedia como la mencionada al principio de la nota.

Existe el denominado Plan 2040, proyectado hacia ese año, con una visión integral en la planificación para hacer de La Paz una ciudad más segura, para el que se gestiona recursos económicos, aparte de contar con los bonos municipales, que son para proyectos más chicos que van sumando para convertirse en un mega proyecto de prevención y mitigación de desastres, además de aumentar la capacidad de respuesta ante un evento que se haya presentado, de manera que los daños siempre sean los mínimos.

Actualmente en el albergue "Zenobia López I", se tiene a 5 familias, que fueron víctimas de diferentes desastres, que aún no han podido solucionar sus problemas de vivienda, sin embargo aún se trabaja en ello.

Lo primero que se hace cuando se presenta una emergencia, se brinda apoyo psicológico a los damnificados, se los concentra en instituciones cercanas a su residencia, luego se los lleva con familiares que puedan apoyarles y brindarles cobijo. A quienes pierden absolutamente todo y no tienen el apoyo de familiares se los lleva a los albergues y a partir de ahí se gestionan soluciones habitacionales para ellos.

En los albergues se les brinda la mayor comodidad posible para que los afectados puedan ir retomando sus actividades normales, además que se les brinda apoyo psicológico, laboral, en alimentación y otros, para que puedan regresar a su rutina y superen la situación traumática lo más rápido que se puede. Además que existen algunos que cuentan con atención especializada para personas con discapacidad y población vulnerable como niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad.

Con ese ejemplo y el apoyo que están dispuestos a dar quienes trabajan en la gestión integral de riesgos en La Paz, otros municipios del país pueden prepararse para enfrentar contingencias como las que ya se tienen en los 9 departamentos. Cochabamba recién enfrentó un incendio forestal que llegó a amenazar a la población de Apote, además que tanto en oriente como en occidente la mayor sequía que se presentó en 25 años está amenazando la vida de cientos de familias, no esperemos otra tragedia como la del 2002 para ponernos manos a la obra.

¡Un 2002 nunca más!

Fuente: Por: Ximena Miralles Iporre Directora de LA PATRIA
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