Los trabajadores gremiales y autoridades municipales denominan "asentamiento" a la ubicación comercial en la vía pública, especialmente en las aceras de la ciudad haciendo de la misma "un mercado persa", caótico, peligroso, molestoso y en flagrante atentado a la seguridad y comodidad de las personas, por lo mismo este tema del asentamiento debería tener una modificación.
De momento se habla de eliminar definitivamente el padrón municipal para reemplazarlo por una "licencia de funcionamiento", que se extenderá a los comerciantes bajo compromiso del cumplimiento de ciertas normas, se supone que eviten su irregular asentamiento callejero.
Cuál será en realidad el efecto de esa medida, no se sabe tomando, en cuenta que el "padrón" es justamente la licencia de asentamiento, cuando se menciona de manera general a los negocios, no sólo callejeros sino a los establecidos de manera legal y formal que cumplen actividades de comercio y servicio y se ubican en tiendas, oficinas, galerías, etc. y no precisamente en las calles.
Se menciona en la dependencia de fiscalización del municipio, donde se elabora el plan de sustitución de padrón por licencia, que la medida comenzará con un re- empadronamiento de todos los comerciantes, para que se acojan a la nueva disposición, que contemplará algunas características especiales, como incluir fotografía del interesado, un registro de la ubicación de su asentamiento comercial y seguramente algunas condiciones de cumplimiento de normas, para eliminar la caótica situación del comercio callejero.
Otra motivación para justificar el cambio de control sería la identificación de comerciantes, los puestos que tienen a su cargo, porque hay muchos con más de uno y hasta tres, además de establecerse un solo registro comercial para evitar la acumulación indebida de puestos de venta y lógicamente de espacios públicos.
La idea es que este proceso de trabaje sea conjuntamente con la Federación Departamental de Gremiales, para poder consensuar criterios y evitar al futuro conflictos por resistencia al cambio del padrón por la licencia de funcionamiento.
Sin pecar de negativismo, la idea puede resultar positiva si se la adecúa correctamente, tomando en cuenta que quienes poseen una autorización municipal de funcionamiento para negocio, no son sólo los gremiales, entre estos una gran cantidad de informales. Hay muchos establecimientos que merecen una reglamentación especial para cumplir ciertas obligaciones tributarias y que para obtener las mismas han tenido que correr con una serie de engorrosos trámites. No es la misma situación de los que se asientan arbitrariamente en las calles, por lo mismo esta situación debe ser considerada en los niveles que corresponde y en todo caso, la autoridad municipal tiene potestad para emitir disposiciones y exigir su cumplimiento mucho más si las mismas están dirigidas a limpiar las calles de comerciantes y devolver a la ciudadanía el uso de las aceras, para garantizar su seguridad y comodidad.
Que no sea sólo un cambio de nombre, lo del registro, la intención es válida si se la acompaña con el establecimiento de regulaciones especiales, unas ya incluidas en algunas ordenanzas de marras, que más bien deberían ser actualizadas y puestas en vigor, con un régimen de estricto control y aplicación de sanciones a los infractores.
El caos reinante en gran parte de la ciudad, con mayor profusión en el sector central, tiene otra doble connotación, por una parte es un negocio especial para la comuna que cobra por los "sitios" y por otra esos negocios son modo de vida de muchos desocupados, un problema de connotación social, que debe tratarse con mucha sagacidad.
Fuente: LA PATRIA
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