Loading...
Invitado


Domingo 07 de agosto de 2016

Portada Principal
Revista Dominical

Hasta pronto Padre Sebastián Obermaier

07 ago 2016

Por: Valeria Evelyn Gámez Amorós

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Cabellos color algodón, unos ojos celeste cielo y la sonrisa en su rostro, cuando miraba a los niños participar en las misas de domingo. Así queda el recuerdo en la mente de muchos que conocimos y convivimos con el amado Padre Sebastián Obermaier.

El pasado 2 de agosto, la partida de este noble hombre conmovió a mucha gente, que ha vivido momentos inolvidables de paz, amor y bondad gracias a Sebastián, quien llevaba más de 30 años habitando y trabajando por la zona de Villa Adela en la ciudad de El Alto.

Memorias buenas y divertidas recorren mi mente, cuando pienso en que tuve la dicha de convivir desde niña con tan importante y valeroso personaje, que día a día, trabajó por su gente; así la llamaba él que a pesar de ser de nacionalidad alemana, se sentía un boliviano más.

Recuerdo que siempre visitaba los colegios de la zona, y cuando lo hacía, los niños corrían todos juntos a su encuentro para llenarlo de abrazos y alegría. �l, con todo su cariño y afecto por los traviesos, abrazaba a cada uno, tan pero tan al estilo alemán, que sentías quebrar tus huesos, pero ese amor que transmitía los reparaba por completo.

Fue el único Padre que recuerde, que cada 16 de agosto en conmemoración al Santo Roque, hacía una misa especial para todos los perritos de Villa Adela, en especial para los más indefensos. Llenaba de bendiciones a cada uno con el agua bendita y posteriormente, todos salían en procesión dando vueltas por la plaza principal de la Villa y cantando canciones. La participación de las mascotas era fundamental y muy atractiva en tan noble acto.

Cómo olvidar los domingos de misa, cuando era la hora de recibir el agua bendita, el Padre Sebastián contaba con un peculiar hisopo para esparcir por todos los oyentes el agua, pero este era del tamaño de la cabeza de un niño, que si estabas cerca de él al momento de recibirla, quedabas empapado de bendiciones.

Es imposible dejar de lado, cuántas iglesias existen cerca de Villa Adela y todas fueron construidas gracias a Obermaier; lo interesante de ellas es que Sebastián ofrecía misa en cada una, por lo que los domingos se lo veía apresurado en su jeep blanco transportándose de un templo a otro, pues las misas eran cada hora y a cualquiera que ibas lo encontrabas.

En una ocasión, cuando el veloz automóvil del Padre se arruinó, él pidió a mi familia que lo lleváramos hasta la próxima iglesia donde los vecinos esperaban ansiosos su llegada para efectuar la misa de domingo. Fue una oportunidad de conocerlo más de cerca y darnos cuenta que ante toda divertida locura que podría presentar, era una locura de amor, bondad y apego hacia esa ciudad de El Alto.

Es importante destacar las llamativas iglesias, en total 72, con una arquitectura bávaro-boliviana. Pero no sólo eso, Obermaier impulsó a construir alrededor de seis jardines, más de 30 escuelas, centros para las mujeres víctimas de violencia y mucho más. Por lo que fue denominado "El Arquitecto de El Alto" por Deutsche Welle (DW) la cadena televisiva de Alemania para el extranjero.

Uno de los más importantes sucesos en los que participó el Sacerdote Obermaier, es el famoso "Octubre Negro" del año 2003. En medio de enfrentamientos y masacre por doquier, Sebastián recorría la Autopista una y otra vez sin importar el cansancio y el peligro que atravesaba, sólo para socorrer a la mayor cantidad de heridos que existían en la ciudad de La Paz por los terribles enfrentamientos de la guerra del gas.

Su valentía le permitió salvar a muchos lastimados, auxiliándolos en su iglesia y con la ayuda de gente que colaboraba a la buena intención del sacerdote. Recuerdo que se lo veía llegando de la autopista a toda velocidad pidiendo liberar las avenidas para salvar vidas de muchos paceños. Gracias al respeto ganado, la gente ayudaba y permitía que el padre realice su tan bondadoso y valiente acto de vida.

Las épocas navideñas en Villa Adela tenían un toque tradicional, y es que el ambiente navideño era gracias a los villancicos que colocaba el Padre Obermaier en la parroquia Cuerpo de Cristo que se podían escuchar en toda la zona. Y las misas de Navidad siempre han atraído a todos los vecinos de la zona por lo divertidas y agradables que fueron.

Es difícil pensar qué será de Villa Adela ahora que este hombre valeroso se fue, porque tanto esta zona como toda la ciudad de El Alto, le deben mucho al amado Sacerdote Sebastián.

Lo bueno es que el párroco Sebastián dejó una huella imborrable en los corazones de todas las personas que pudimos conocerlo. Sus obras y actos de amor al prójimo dejaron una enseñanza muy grande en cada niño, adolescente, mujer y varón que convivieron cerca de él. Su partida no es un adiós si no un hasta pronto Padre Obermaier.

Para tus amigos: