Cochabamba, la bella "llajta"

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"Mi tierra, mi bella llajta", suelen decir orgullosos los cochabambinos; pero la verdad es que todo boliviano que haya pisado esta región, puede dar testimonio de la belleza que ostenta Cochabamba, por sus valles hermosos, sus pueblos coloniales, su paisaje urbano y por muchas cosas más.

Cochabamba, como toda Bolivia, es una tierra llena de variedad, de contrastes en todo sentido, como por ejemplo en lo cultural y en lo geográfico; hay muchos lugares, elementos y características que destacan por su belleza, por su historia o sencillamente porque se han convertido en parte de la identidad de su gente.

En el presente artículo pretendemos sintetizar todo ello en tan solo tres elementos que forman parte de la identidad cochabambina, aunque es difícil dejar tantos otros de lado.

CRISTO

No hay foto o postal de Cochabamba en la que no esté el Cristo de la Concordia. Esta monumental escultura de Jesús que se encuentra en el cerro de San Pedro de la urbe, a una altura de 265 metros sobre la ciudad, se ha convertido en parte de la identidad de los "cochalas", que cuando un visitante extranjero o boliviano llega a su tierra, lo presume de sana manera.

La estatua del Cristo tiene 34,20 metros de altura y se encuentra en un pedestal de 6,24 m. En comparación a otros monumentos dedicados a Jesucristo, el de Cochabamba es el segundo más grande, por detrás de la figura que ostentan en Polonia (36 metros), pero de tamaño superior a la de Río de Janeiro en Brasil (30 metros).

Esta gigantesca figura de Cristo es relativamente nueva, su construcción se inició en 1987 y se concluyó en noviembre de 1994, es decir, que apenas lleva 22 años al lado de los cochabambinos, pero al parecer bastó poco tiempo para que ellos la tengan siempre en sus corazones y mentes, hasta hacerla parte importante de la ciudad y del departamento.

A fines de los ´90 la municipalidad construyó un teleférico turístico, el primero de Bolivia, para facilitar a los visitantes su llegada hasta el cerro donde está el Cristo, con relativo éxito, pues muchos que acuden al lugar, prefieren seguir utilizando las 1.399 gradas que existen, para llegar a los pies del monumento; experiencia, que, dicho sea de paso, suele ser gratificante para los turistas nacionales y extranjeros, por el esfuerzo realizado y porque es un gran ejercicio.

Otro elemento que destaca a este lugar, es la vista que se obtiene desde ahí, pues se llega a apreciar gran parte de la ciudad cochabambina. Por las noches sucede algo similar pero a la inversa, ya que desde casi cualquier punto de la urbe se puede ver al Cristo, cuyas luces de colores hacen un espectáculo diferente.

TARATA

El poblado de Tarata ha sido cuna de personajes importantes para la historia boliviana, pero también destaca por su legado colonial y la arquitectura particular, que a pesar de algún descuido durante ciertos períodos, aún guarda esa belleza singular.

Durante la época colonial Tarata fue capital del partido de Cliza, en la Intendencia de Cochabamba. Dio a luz a uno de los patriotas más reconocidos en la lucha de la emancipación del Alto Perú, como lo fue el general Esteban Arze, cuyo nombre actualmente lleva la provincia a la que pertenece este poblado.

En esa época fueron construidos varios edificios, que hoy son verdaderos monumentos arquitectónicos, como el Templo de San Pedro, de estilo neoclásico, que fue levantado a finales del siglo XVIII; asimismo se cuenta con el Edificio Municipal, que primero fue un lugar de observación o vigía, donde albergan un reloj construido en Alemania que funciona a cuerda.

Existen muchos otros edificios coloniales y también algunos republicanos erigidos por otro reconocido personaje de la historia boliviana, como fue Mariano Melgarejo, célebre presidente con "peculiares" actitudes. En determinado tiempo, el deschavetado gobernante nombró a Tarata como capital del país.

Al llegar a Tarata uno puede apreciar un portal con estilo colonial, con una frase que resume bien las características del pueblo: "Tarata, Historia, Canto y Leyenda". Por esto y mucho más, es un lugar representativo del departamento de Cochabamba, que sin duda alguna, quienes lo visiten no se irán decepcionados.

EL PRADO

Cochabamba se ha destacado siempre por su belleza urbana, pues es una ciudad llena de jardineras, paseos, avenidas anchas y todo ello en un marco estético digno de destacar.

Probablemente el mejor ejemplo es el paseo conocido como El Prado, ubicado en la parte central de la ciudad; que se ha convertido en las recientes décadas en un referente para propios y extraños de esta tierra.

Un centro de regocijo familiar, de encuentro para amigos y enamorados; además rodeado de grandes e interesantes edificaciones, donde se aglutinan restaurantes, tiendas y heladerías, para sopesar el cálido clima de Cochabamba; así es El Prado, que probablemente es el lugar más frecuentado en la ciudad, por quienes la visitan.

COMIDA

El Prado, así como prácticamente toda la ciudad y el departamento, tienen un elemento en común y que le ha dado fama a nivel nacional a Cochabamba: la comida.

Hacemos mención especial a la gastronomía de la "llajta", porque así como se conoce a Cochabamba como la "ciudad jardín", también algunos la llaman el "comedor de Bolivia", por supuesto en un buen sentido; porque quienes la visitan pueden degustar una gran cantidad de platillos propios o también de otras regiones del país, que son toda una exquisitez.

El "vox populi" señala a Cochabamba como el lugar donde no hay comida mala o fea, sino que toda es deliciosa y exquisita, con el plus de que siempre es servida en grandes porciones, pues de un plato pueden comer dos, tres y hasta cuatro personas. El chicharrón, el pique macho, el picante de pollo, el sillpancho y su versión en sándwich llamada trancapecho y por supuesto el tradiconal pampak´u, son solo algunos de los reconocidos platillos tradicionales de la "llajta".

Fuente: Por: Álvaro Escalera Z. - Periodista - LA PATRIA