Un informe reciente de estudiantes de secundaria de la ciudad de La Paz, que se sometieron a un examen de conocimientos de nivel latinoamericano, indica que los porcentajes logrados no son los mejores y nos ubican en los últimos puestos. Esto es justificado por algunos entendidos con el argumento de que la nueva reforma educativa "Siñani - Pérez" recién se halla en sus primeros años de aplicación y aún resta para la consolidación ideal.
Para muestra basta un botón y seguramente el resto de estudiantes bolivianos anda por los mismos derroteros que las y los jóvenes paceños.
EN BUSCA DE LA CALIDAD
No podemos negar que el gobierno está haciendo esfuerzos para acrecentar una calidad educativa que, no es precisamente de las mejores en el contexto continental.
Ahora se habla de educación comunitaria, productiva y de alcance participativo por parte de la población escolar. La evaluación va cambiando en torno a la valoración de nuevas dimensiones en las que se mueven los estudiantes.
Ahora se busca mayor preparación en la formación docente. Producto de ello, desde el 2014 las Escuelas Normales ya producen licenciados, luego de 5 años de estudio. Y, a la par, se está "licenciando" al resto de maestras y maestros con el famoso Profocom, aunque éste tenga sus bemoles.
PERO...
De acuerdo a últimos datos oficiales, de 120 000 maestras y maestros en toda Bolivia, casi un tercio, es decir algo más de 36 000 tienen sesenta o más años de edad y éste hecho estaría afectando a la calidad educativa.
A lo anterior habrá que agregar que el grupo etario de entre 50 a 60 años, tampoco la tiene fácil, pues no tuvieron la distinta y moderna formación que tienen las últimas promociones y, por ende también estarían afectando la calidad.
Pero, ¿por qué se da esto? Veamos
ÍNFIMA JUBILACI?N
Los salarios del magisterio boliviano no son precisamente los ideales y esto es recurrente ya desde hace décadas en el país. Ahora bien, muchas y muchos maestros podrían jubilarse en las edades indicadas por ley (58 años, con reducción de 3 años para mujeres), si pudieran seguir percibiendo lo mismo que perciben como maestros activos.
Pero esto no se da porque la jubilación para el magisterio se ha diseñado (vaya uno a saber por qué y cómo) para percibir sólo un 70 por ciento. Porcentaje que, además, se siente más reducido en maestras y maestros de primaria que no conocen las llamadas "horas acúmulo", a diferencia de profesores denominados "de especialidad". Por cierto, esto muestra cierto tipo de discriminación entre docentes de primaria y secundaria, respecto a lo cual la dirigencia magisteril no hace ni dice nada.
SANGRE JOVEN
La nueva Ley Educativa 070, en su pretensión de lograr calidad educativa, requiere de gente con preparación diferente, con dinamismo, entusiasmo y muchas ganas. Estas características las reúnen todos los docentes, claro que sí, pero convengamos que en mayor porcentaje lo reúnen las y los maestros jóvenes.
Ahora bien, mucha gente joven está sin trabajo. Deben "esperar" para trabajar, entre 5 a 10 años a que se produzcan jubilaciones o que se incrementen los ítems. ¿entre tanto, qué?
Resulta un desperdicio que una juventud recién egresada no pueda trabajar inmediatamente y entregar sus mejores años en aras de mejorar la calidad educativa boliviana. Algunos son afortunados, pero muchas y muchos maestros no tienen la misma suerte en varios distritos de Bolivia y languidecen varios años acumulando frustración, antes del ansiado ingreso al servicio educativo.
El gobierno y el Ministerio de Educación tienen la palabra.
(*) Licenciado en Comunicación Social
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