Miercoles 03 de agosto de 2016
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Al cumplir nuestra patria boliviana 191 años de vida libre e independiente, se recuerda que, de generación en generación, se la quiso grande, unida, progresista y plena de bienes por obra y vocación de sus hijos; se ha buscado, por todos los medios, la unidad, el que todos los habitantes se sientan hijos de la amada tierra y en la cual se nació y vivió; pero, factores de toda naturaleza han impedido que todo ello sea realidad porque, en muchos casos, más han podido las ambiciones y conveniencias de unos cuantos que los intereses y anhelos de los más.
Poderes políticos, económicos y hasta sociales han impedido que nuestro país sea la patria de todos donde estén ausentes los yerros de desunión, discordia y hasta desintegración permanentes. Errores que nunca han faltado y han determinado olvido de virtudes que nunca debieron dejar de practicarse y por ello que valores y principios no han madurado como la mayoría quiso.
Gobiernos legales e ilegales no siempre han sabido cumplir con sus propuestas y propósitos porque más han primado los intereses y conveniencias de partido o de grupos que, cegados por ambiciones, han olvidado que el hogar común que es la patria es lar que cobija con amor, calor y esperanzas a todos sin distinción; han menospreciado sus propios propósitos y juramentos causando que ambiciones externas se aprovechen para desmembrar nuestro territorio y arrebatarnos casi la mitad del mismo hasta el extremo de sumirnos en el encierro de la mediterraneidad.
