¿Sectas llamadas "católicas"?

"Padre, esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17,3).

La fe de la Iglesia Católica, es la fe recibida de los Apóstoles, depósito compuesto de varias doctrinas, que forman un cuerpo llamado Fe Católica o Depósito de la Fe (cf. 1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12-14).

"Dios, nuestro Salvador... quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tm 2, 3-4), y si esa es la misión de la Iglesia, encomendada a ésta por su fundador, esa Iglesia debe tener características inconfundibles. Así, el Catecismo nos recuerda que cuatro son las Notas o improntas de la Iglesia Verdadera fundada por Nuestro Señor Jesucristo: Una, Santa, Católica y Apostólica.

Un católico debe distinguir bien la diferencia entre Iglesia y sectas, debe saber diferenciar que cualquier grupo que se ha establecido independientemente de la Iglesia de Cristo es una secta, así la Iglesia Católica enseñó siempre que cualquier grupo de bautizados que se niegue a aceptar todo el Depósito de la Fe, o, a reconocer la autoridad suprema de la Iglesia, constituye "un partido religioso bajo un liderazgo humano desautorizado".

La Iglesia Católica es la única comunidad de fieles instituida por Jesucristo, y por ello ella es la única guardiana de toda la enseñanza de Jesucristo, que debe ser aceptada en su totalidad. Sus miembros no constituyen una secta ni permiten que se les conozca como tal, porque no pertenecen a un partido llamado a la existencia por un líder humano, o a una escuela de pensamiento jurada a los dictados de un maestro mortal. Forman parte de una Iglesia que abarca en cierto sentido, tanto el tiempo como la eternidad, ya que la Iglesia de Cristo es militante, sufriente y triunfante.

"Por aquí se puede comprender que los hombres no se separan menos de la unidad de la Iglesia por el cisma que por la herejía. ´Se señala como diferencia entre la herejía y el cisma que la herejía profesa un dogma corrompido, y el cisma, consecuencia de una disensión entre el episcopado, se separa de la Iglesia´ (San Jerónimo, Commentar. in epist. ad Titum, c.3 v.10-11)".

"Estas palabras concuerdan con las de San Juan Crisóstomo sobre el mismo asunto: ´Digo y protesto que dividir a la Iglesia no es menor mal que caer en la herejía (San Juan Crisóstomo, Hom. XXI in Epist. ad Ephes., n. 5)´. Por esto, si ninguna herejía puede ser legítima, tampoco hay cisma que pueda mirarse como promovido por un buen derecho. ´Nada es más grave que el sacrilegio del cisma: no hay necesidad legítima de romper la unidad (San Agustín, Contra Epist. Parmeniani II, c. l l, n. 25)". (León XIII, encíclica Satis cognitum, Nº 24).

En los últimos meses, tanto el Obispo de la Diócesis de El Alto, como el Arzobispo de La Paz a su turno, han emitido sendos comunicados episcopales, para que los fieles católicos confiados a dichos pastores en ambas jurisdicciones eclesiásticas tengan presente que las pseudo actuaciones llamadas episcopales, presbiterales y diaconales que con frecuencia vienen anunciándose de parte de las autodenominadas "Iglesia Católica Nacional Boliviana", e "Iglesia Católica del Estado Plurinacional de Bolivia", son actuaciones apócrifas en organizaciones impostoras, que, al margen del legítimo ejercicio pastoral de la Iglesia Católica, actúan confundiendo al Pueblo de Dios.

Surge entonces una pregunta: ¿por qué cualquier grupo sectario viene a denominarse católico, si la Iglesia Católica tiene una personalidad jurídica reconocida por el Estado Plurinacional de Bolivia? Si un grupo de fieles no quiere seguir en comunión con la Iglesia Católica tiene ciertamente derecho a no formar parte de ella, pero a lo que no tiene derecho es a utilizar arbitrariamente el título de "católicos", y aquí la Conferencia Episcopal de Bolivia ha actuado muy tibiamente.

Hace falta una actuación vigorosa de los legítimos obispos católicos, maestros de la Fe, y defensores del rebaño a ellos confiado en el Cuerpo Místico de Cristo. A algunos prelados de las diócesis donde estas nuevas sectas actúan, parecería no afectarles ese atropello, esa viciosa utilización de la doctrina de Cristo acomodándola, de acuerdo a declaraciones publicadas de sus principales personeros a sus conveniencias, y sobre todo el engaño a que son llevados quienes por la razón que sea, creen que los mismos son la Iglesia Católica.

"La Iglesia de Cristo es, pues, única y, además, perpetua: quien se separa de ella se aparta de la voluntad y de la orden de Jesucristo nuestro Señor, deja el camino de salvación y corre a su pérdida. Quien se separa de la Iglesia para unirse a una esposa adúltera, renuncia a las promesas hechas a la Iglesia. Quien abandona a la Iglesia de Cristo no logrará las recompensas de Cristo... Quien no guarda esta unidad, no guarda la ley de Dios, ni guarda la fe del Padre y del Hijo, ni guarda la vida ni la salud" (León XIII, Satis cognitum, Nº 9).

No olvidemos que en la Biblia la contraposición al Dios Verdadero tiene como antagonista a Baal, el ídolo. ¿Sectas llamadas "católicas"?, de ninguna manera, hay una sola Iglesia Católica.

(*) german_mazuelo_leyton@yahoo.com

Fuente: Germán Mazuelo-Leytón