El sabor del sábalo de Villa Montes llega a El Alto

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Decenas de camiones procedentes de Villa Montes, Tarija, llegan hasta la ciudad de El Alto durante la época de invierno transportando el más delicioso sabor que emerge desde el río Pilcomayo: El afamado pescado sábalo.

Los choferes ubican sus camiones en la zona conocida como "Final Los Andes", donde se genera una importante cadena económica que incluye a los transportadores del pescado, las raspadoras (peladoras del pescado), las vendedoras de comida, las verduleras, los cargadores y otros.

Un promedio de 80 camiones reparten los aromas de Villamontes por todo el país. Una vez que se instalan a vender, también prenden el carbón y ponen varios sábalos a la parrilla para comer y, cómo no, para hacer antojar a los potenciales compradores.

Comer pescado puede resultar un lujo para una familia de escasos recursos, pero no es el caso del sábalo que se vende, en época de abundancia, en 5 bolivianos la unidad. Eso sí, comerlo requiere paciencia y maestría porque está lleno de pequeñas espinas.

El pescado de Villa Montes es tan sabroso y tan barato que se podría pensar que todos lo compran para ponerlo en su mesa, pero no es así, porque la gente primero pregunta: ¿No habrá sábalo sin espinas? Pues, no hay.

Pero, los camiones pescaderos también traen otras variedades como el dorado y el surubí, que si bien no tienen las pequeñas espinas, cuestan más caros: 35 bolivianos el kilo.

Pero no siempre llegaban a El Alto estos camiones. Antes se ubicaban en el sector de "La Cancha" en la zona del Cementerio en la ciudad de La Paz.

Cada camión según su capacidad puede cargar un promedio de 15 mil hasta 30 mil unidades de pescados.

La carga viaja refrigerada con hielo o, caso contrario, en camiones frigoríficos.

Cargar una caja de pescado en Villa Montes, parecida a un conteiner, puede tomar varios días, porque depende de la abundancia de la pesca que está a cargo de los indígenas Weenhayeks. Y, luego el viaje toma otros dos o tres días, lo que depende del estado de los caminos y de los eternos bloqueos que se presentan en Bolivia.

La zona de los pescados en El Alto se ubica en la "Final los Andes", entre las avenidas Juan Pablo II y la nueva Av. De Villa Tunari. Muy cerca al tradicional mercado de pescado paceño. Es decir, los sábalos de Villamontes terminan siendo vecinos de las truchas del lago Titicaca.

Estas son las otras actividades que se generan con la venta de pescado.

1. Las señoras raspadoras.

Están sentadas al frente de cada camión, cobran 0,50 centavos el raspado para quitarle las escamas al sábalo y 0,50 centavos el corte al pescado. Algunos compradores dejan la parte de la cabeza, algunos se la llevan para la sopa.

Son dos grupos de señoras, las de mandil azul son las vecinas del lugar y las de mandil guindo son de un sindicato. Algún tiempo pelearon por asentarse en el lugar, ser quienes dominaran el espacio, tener dominio en el área para poder afiliarse como nuevo sector de un sindicato. Mencionan las señoras que llegaron a golpes e insultos, algunos arañazos, otras pateaduras y hablan de posibles hachazos.

En promedio son 15 señoras que están a la orden de un buen servicio de raspado. En días de mayor actividad están más de 35 señoras con los machetes bien afilados.

2. Las señoras comerciantes de verduras.

Desde papa del altiplano, limones para dar mejor sabor al pescado, verduras como la zanahoria, la cebolla, ajos y otras variedades del mercado son ofertados en la misma zona. Hay una planta llamada khoa que venden como el complemento ideal para una buena sopa de pescado.

3. Vendedoras de comida.

Hay dos puestos que hacen "pescado a la parrilla", son pescados frescos, "recién comprados" te dicen si te animas.

4. Jóvenes cargadores y cuidadores.

Hay otras actividades que se han generado como fuentes de trabajo desde los pescadores, cargadores, cuidadores de camiones de Villamontes, hasta los oficios de cuando llega los camiones hasta la ciudad de El Alto.

Fuente: Por:Tonny López El Alto, 30 (ANF).-