Rodrigo Valdivia, descendiente de una "dinastía" de golfistas

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Cada disciplina deportiva tiene su propio encanto y más cuando se la sabe jugar. Hay una denominada como el "deporte de caballeros", ya que a diferencia de otras, prima el respeto, la honestidad, la solidaridad que deben ser combinadas con una serie de aptitudes, buena vista, precisión, paciencia, concentración y fuerza. Además de conocer las condiciones atmosféricas para tener un buen desempeño en el campo.

Esas dotes la tiene Rodrigo Hugo Valdivia Iturri, con una pequeña particularidad, es descendiente de una "dinastía" de golfistas orureños, como su abuelo Bernardino Valdivia y su padre Hugo Valdivia Daza.

Nació en la ciudad de Oruro el 22 de abril de 1974. Bachiller del colegio Comibol y actualmente es técnico en computación, egresado de CASE. A la fecha es presidente del Oruro Golf Club.

El inicio de Rodrigo en el golf data de cuando apenas tenía ocho años. Su abuelo era minero, pero al margen de esa actividad laboral, integró el Itos Golf Club junto a su hijo Hugo. Ellos iban al campo de juego y el pequeño Rodrigo, en ese entonces, les seguía y comenzó dando sus primeros pasos en este deporte, situación que duró hasta los 14 años.

Ya adolescente, decidió alejarse del golf, buscando otras alternativas deportivas como el fútbol o el básquetbol. La relocalización que se dio desde 1985 en el país, obligó que el padre de Rodrigo dejé también la disciplina deportiva.

Así pasaron casi una veintena de años, pero el ahora hombre tenía un pálpito en el corazón. Le llamaba la sangre de su dinastía a levantar nuevamente los palos de golf y dirigirse al campo a continuar con el legado familiar, pero necesitaba un impulso.

Fue recién el 2012 que volvió al deporte tras invitación realizada por su amigo Vitorio Mamani.

"Ocasionalmente nos encontramos en una carrera de autos con Vitorio y mencionó que jugaba golf, entonces me invitó a jugar y por ello volví a jugar golf", afirmó.

Una vez en el campo, recordó sus años de infante y el talento se volvió a despertar, sólo estaba dormido. Fue su tío, Hugo Correa Vásquez quien lo motivó para incursionar también en este deporte y llevar hasta su mente una serie de recuerdos golfistas.

Rodrigo se siente realizado, "si juego el domingo golf estoy tranquilo durante toda la semana. Es mi forma de relajarme, tomar aire puro, caminar, me concentro y al momento de jugar me olvido de todo".

Entre sus experiencias competitivas, viajó a varios torneos a La Paz y Cochabamba, con el desafío de jugar en piso de césped, situación distinta a la de Oruro.

A nivel departamental, ganó varios torneos. El 2015 logró ubicarse en el segundo lugar en el ranking de Oruro. Lamentó la falta de apoyo de las autoridades a este deporte, ya que volver al seno de la Federación Boliviana de Golf, implica mucho dinero.

"Por eso, solo practicamos entre nosotros, realizamos torneos locales. Tenemos invitaciones de otros clubes de La Paz, Cochabamba, Tarija para participar de torneos nacionales, esos torneos son para el ranking de la Federación, pero nosotros no entramos a ese ranking", explicó.

Asimismo, dijo que cuando asisten a esos campeonatos, son los propios golfistas que se subvencionan los pasajes, estadía y otros gastos que realizan, como el contrato de caddys, por la exigencia de los organizadores.

Uno de los sueños de Rodrigo es llegar a jugar en primera o scratch, luego de avanzar por otras categorías inferiores. Al mismo tiempo su deseo es que los jóvenes y niños practiquen este deporte, para tener nuevos valores que representen con orgullo a la tierra que lo vio nacer, Oruro.

"Llamar a que jueguen este deporte de caballeros, es un lindo deporte donde se necesita bastante físico, concentración y ganas. Quiero que gente joven practique el golf. Ahora se ve en campeonatos internacionales que hay gente de 20 años, que no se piense que este deporte es solo para personas mayores, este deporte es para todos", concluyó.

Fuente: LA PATRIA