Leyes de incentivo para materias primas

Una Ley de incentivos petroleros logró su reglamentación y entrará en fase de aplicación con el objetivo de promover las inversiones y actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el territorio nacional, lo que permitirá desarrollar nuevas iniciativas en este campo de prioritaria producción para beneficio de la economía boliviana.

En función a las necesidades de actualizar las normas referidas a la exploración de hidrocarburos y su futura explotación, se trabajó en una nueva ley petrolera que promueva precisamente esos dos rubros básicos para aumentar la producción hidrocarburífera del país, cubrir los convenios de exportación, satisfacer la demanda nacional y ampliar los mercados de exportación.

La norma 3058 que está vigente fue aprobada en el gobierno de Carlos Mesa y estaba enmarcada en la anterior Constitución Política del Estado (CPE) y su alcance responde al referéndum de 2004 sobre política de hidrocarburos.

Para entrar en la actualización de la ley, el Gobierno cumple la propuesta que tiene relación con la aplicación de precio en la coyuntura del WTI que establece el valor del barril de petróleo en nuestro medio y su derivación para el gas. El ministro de hidrocarburos y energía cree posible tener lista hasta fin de año la nueva Ley de Hidrocarburos, la misma que incluirá los incentivos petroleros estipulados en la Ley 767 de Promoción para la Inversión en Exploración y Explotación de hidrocarburos y que está vigente desde diciembre del 2015.

La nueva normativa estará constituida en gran parte por la ley de incentivos que será convenientemente adecuada a la futura norma que alentará las inversiones nacionales y externas en materia de proyectos petroleros. Incluirá lineamientos de nuevos contratos, ampliación de la superficie exploratoria, posibilidades de prospección en áreas protegidas, regulación de la compensación socioambiental y el acortamiento de plazos en la consulta y participación de comunidades.

Realmente la ley que avanza en su preparación, se constituirá en abierto incentivo para ampliar las operaciones hidrocarburíferas en nuestro país, algo que según los observadores en materia económica debería aplicarse también y con similares características para el sector de la minería boliviana, otra fuente importante para generar divisas, regalías, fuentes de empleo y utilidades para el Estado.

En realidad en el país las dos fuentes que producen el mayor porcentaje de ingresos para el Erario Nacional son los hidrocarburos y los minerales, en ambos casos soportando coyunturalmente una baja en sus cotizaciones internacionales y por lo mismo exigiendo medidas para contrarrestar esa situación.

Quienes analizan la situación nacional, creen prudente sugerir al Poder Ejecutivo replantear la estrategia en los planes del uso de nuestras riquezas naturales y con ese objetivo establecer condiciones similares y favorables para los dos rubros, hidrocarburos y minería, naturalmente adecuando reglamentariamente los aspectos inherentes a cada rubro, pero sin descuidar el tratamiento igualitario al reconocer la importancia de manejar paralelamente el buen uso de nuestros recursos no renovables.

Es cuestión de un trabajo especial de legisladores para que basándose en la ley de hidrocarburos, pueda también imponerse una norma paralela para los minerales, se trata del futuro nacional y de incentivar de manera justa las dos opciones para sacar doble provecho de lo que tenemos en reserva.

Fuente: LA PATRIA