Lo natural no saludable

Con el pasar de los años se han esgrimido muchas teorías en torno a lo que favorece o no a nuestra salud, mientras algunos científicos descubrieron que existen elementos que nos dañan, otros defienden lo contrario de acuerdo a las indagaciones que realizaron.

Un ejemplo claro es que aún está vigente una larga discusión acerca de los transgénicos. Los medioambientalistas se oponen tenazmente a productos modificados genéticamente y aseguran que son casi veneno para los humanos. Sin embargo, ahora surgieron voces, de parte de los productores y exportadores del oriente boliviano, que defienden que en realidad ese tipo de productos no son dañinos para la salud y que por el contario, al ser modificados para resistir plagas y otros elementos que afectan a ese tipo de alimentos también aumenta la inmunidad del organismo de quien los consume.

Hace unos años, también se abrió la polémica acerca de la Coca Cola, que si bien está hecha con coca y nuez de cola, el concentrado para esa marca de refresco es etiquetado con un letrero que advierte ser altamente tóxico, otros dirigen la discusión hacia los perjuicios que puede ocasionar el azúcar que contiene, en la salud de las personas. Pero la compañía se ha enfocado en las bondades del producto, o más bien en las que ellos le inventaron, como la capacidad de hacer sonreír a quien lo consume.

Ahora sólo falta que traten de convencernos de que los productos elaborados con químicos son más saludables que los naturales, y seguramente hay quienes defienden esa postura por existir alimentos naturales que dañan la salud cuando no son correctamente manipulados o almacenados, por ejemplo, si dejamos a la intemperie, en un clima caluroso, algún alimento, por el mismo hecho de ser natural comenzará a descomponerse y esto puede hacer daño a la salud de quien lo consuma.

También dependerá de la higiene y del cómo los manipulamos, pues cuando no se observa la limpieza en ciertos alimentos naturales, sobre todo los que se comen con cáscara, podemos enfermar con infecciones, por lo que se puede llegar a pensar que en realidad estos productos son perjudiciales para la salud, cuando no es así, si es que son correctamente tratados.

Ante el bombardeo de información contradictoria, que nos proporcionan los científicos e investigadores, lo que se debería hacer es evitar los excesos y no irnos a uno u otro extremo, tener precaución al manipular y almacenar alimentos naturales para evitar que se conviertan en elementos tóxicos o dañinos para la salud.

Fuente: LA PATRIA