No es lo mismo que ganarse la vida formalmente, hay una diferencia simple y es que cualquier persona tiene que cubrir de manera regular las obligaciones emergentes del sostenimiento de un hogar y para ese fin debe darse modos para trabajar, aun sabiendo que sus tareas no sean del todo formales.
Bajo ese parámetro es que creció a nivel nacional el sector informal, el caso se inició en la famosa "relocalización minera", que no fue tal, pues no se restituyeron las fuentes de empleo y menos se crearon otras para relocalizar cargos o algunas responsabilidades, se pagaron indemnizaciones con variadas escalas y algunos recibieron más que otros, abriéndose una competencia en el mejor uso de los recursos para crear condiciones de seguridad familiar.
Más adelante se habló de crear fuentes de empleo seguro, pero las condiciones sociales no siempre fueron las mejores para disminuir el índice de desempleo, que según algunos datos resultan menos alarmantes que hace por ejemplo una década atrás.
Lo evidente es que desempleo existe, el trabajo formal y seguro está en niveles que si bien son aceptables, no solucionan el enorme porcentaje de trabajadores informales, que viven al día, son los más tranquilos, no alborotan el ambiente, salvo cuando se pretende cambiarlos de lugar o eliminar sus sitios de negocios, una mayoría instalados en las calles de la ciudad, aunque gracias a la circulación monetaria, hay un crecimiento de compradores y por ese hecho, algunos informales dan un paso hacia la formalidad abriendo negocios en tiendas y galerías, pero manteniendo una condición elemental de "pequeños comerciantes".
El país sin lugar a dudas vive un proceso de estabilidad financiera, producto de un buen periodo de precios altos para nuestras materias primas, especialmente el caso de los hidrocarburos y un tiempo con buenas ventas de nuestros minerales. Lo que hay que reconocer es que se dio buen uso a una parte de dinero excedentario y se lo colocó en "ahorro", creando nuestras "reservas internacionales" que son la garantía de la solvencia que nos coloca en un lugar de privilegio ante los organismos internacionales y frente a países vecinos.
Pero en el último tiempo las cosas han cambiado y aunque en ciertos niveles eran previsibles cambios económicos, el ciclo de los minerales y la presión de las grandes industrias en abierta competencia de poder, haciendo bajar los precios del petróleo, otros más optimistas mencionaron que los vaivenes de precios serán elementalmente breves? no fue así y el periodo que se soporta la crisis ha ocasionado realmente serios desajustes especialmente en los segmentos sociales de menores ingresos, que corresponden al porcentaje de desempleados que deben lidiar en un escenario poco propicio para igualar a los empleados con trabajo seguro e incluso a los informales.
Hay un problema preocupante y es que ciertas industrias optan por cerrar sus operaciones ante la situación competitiva que produce el contrabando, la llegada de grandes cargas de mercadería y ropa china, la ropa usada y por si fuera poco la oferta abierta de productos alimenticios y conservas provenientes de países limítrofes, situaciones que intensifican el desempleo, por la obligada recesión en nuestra industria y comercio.
Este es un asunto de competencia exclusiva del poder Ejecutivo, donde deben adoptarse medidas para preservar nuestro sistema productivo y las fuentes de empleo seguro y formal que en ese marco legal se desarrollan y que debe crecer.
Fuente: LA PATRIA
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