Algo más en el tema ferroviario

Tratándose de Oruro, reconocido como centro ferroviario por excelencia, pero que con el paso del tiempo las incongruencias de políticas de Estado, la falta de unidad para exigir derechos que nos asisten y como se puede observar la falta de visión para desarrollar planes de crecimiento, han hecho de la red andina una empresa de poco movimiento y escasas opciones de crecimiento.

Lo que hemos comentado en una anterior edición nos muestra cómo la red del ferrocarril oriental ha crecido y en verdad es un ejemplo de la utilidad de este servicio cuando se lo utiliza convenientemente, para satisfacer la demanda de transporte de carga, pero también de pasajeros, disponiendo de particulares destinos que hacen deseable viajar aprovechando la comodidad y seguridad que sólo se aprecia al utilizar un coche ferroviario, en algunos casos con camarote incluido, un buen comedor rodante, un baño habilitado siempre y la amplia visión panorámica para vivir paisajes, sin riesgos e incomodidades.

Pero el encanto de viajar en tren o posiblemente en un buen ferrobús, no descarta el interés de un alto porcentaje de personas, que miden su tiempo paralelamente a comodidad, seguridad y economía, por tanto este servicio tiene que apropiar su funcionamiento a la expectativa de la colectividad que tiene en el ferrocarril la oportunidad de transportarse, por lo menos en nuestro país, con mucha seguridad y comodidad que debe ir mejorando en función de mayores planes para pasar y llegar a más destinos.

Lo que muestra el ferrocarril oriental es que trabaja principalmente en el transporte de carga señalando que en la gestión 2015 se transportaron 1´676,247 toneladas métricas de toda una variedad de carga variada, alimentos, madera, equipos y otros, provenientes de mercados externos y carga de exportación que también llegó vía férrea a puertos próximos en Brasil y Argentina.

Esa transportación se amplía con servicios de pasajeros, planes turísticos de orden específico, pero sobre todo cubriendo una necesidad social de beneficio para mucha gente de poblaciones rurales que con el tráfico ferroviario solucionó su problema de vinculación y en las denominadas "estaciones" se apropiaron negocios de servicios a los pasajeros.

A propósito de este hecho, hay un servicio que debe ser repuesto en el ramal occidental y cuyo destino empero es la capital del valle, Cochabamba, para lo cual debe exigirse la inversión necesaria que permitirá habilitar un tramo que se hacía complicado sólo en tiempo de lluvias. Es increíble que a esta altura de tiempo con tantas innovaciones tecnológicas, con avance de la ingeniería, no pueda solucionarse un problema relativamente mínimo, frente a la importancia de renovar vida y movimiento a las "estaciones" de esa ruta y devolver a muchísima gente el gusto de viajar en tren o ferrobús.

Lo que se observa en el ferrocarril oriental es la disposición colectiva de ejecutivos y trabajadores para impulsar esa empresa en el cumplimiento de objetivos muy claros de crecimiento y servicio comunitario, de una administración responsable y participativa profesionalmente. Vale la pena que se imite esa progresista actividad de una parte del ferrocarril boliviano, el de la red oriental.

Fuente: LA PATRIA