Jueves 07 de julio de 2016
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El Libertador Simón BolÃvar que arrebató un imperio cinco veces más vasto que Europa, inculcó practicar el principio nacionalista el mismo que debemos afianzar ahora cuando se persiste en el intento de destruir el concepto de libertad y justicia por parte de una dictadura vertical que ha perdido el respeto de los demás.
Los bolivianos tenemos que encontrar nuevos rumbos que nos lleven hacia un nacionalismo democrático donde predomine la libertad de expresión, la pacÃfica convivencia y el derecho de asociación y de protesta.
Como bien decÃa un compatriota, ya es hora de que la nación tenga un gobernante con buena calificación ética y ciudadana lo que hará posible que su persona esté situada lejos de la controversia polÃtica.
Igualmente debe propugnarse a que el nuevo mandatario que será elegido de aquà a tres años, sea garantÃa de estabilidad, un eficiente moderador de conflictos y despliegue iniciativas que avalen el equilibrio, la coordinación y la independencia de Poderes.
En el marco del nacionalismo que preconizó nuestro Libertador, es necesario aplicar eficientes mecanismos para enfrentar la corrupción y luego viabilizar una adecuada inversión pública con la correcta distribución de recursos del TGN a favor del desarrollo armónico.