Homenaje al bibliotecario

El papel del trabajador o trabajadora de la información, llamado bibliotecario, es importante para el buen servicio de una biblioteca, esta persona encargada de este oficio, es guardián, compañero y amigo de los libros, los cuida, organiza y conserva, para que otros puedan formarse y disfrutar de los conocimientos. Esta operación que parece tan simple, es una de las más importantes en la transferencia del conocimiento, porque engloba toda una serie de técnicas bibliotecarias que permiten ordenar la ciencia en sus diferentes áreas, de manera de lograr la especialidad buscada por el lector o el investigador, haciendo que la labor de éstos sea más realizable y en menor tiempo.

El bibliotecólogo Ortega y Gasset, al referirse a la misión del bibliotecario, señalaba: "La sociedad democrática es hija del libro, es el triunfo escrito por el hombre sobre el libro de las leyes dictadas por la autocracia. Como consecuencia de esa buena selección se tendrá una sociedad más educada y culta, siendo esta tarea orientada por el bibliotecario". En el país y pese al lento desarrollo de sus sistemas de información las bibliotecas nacionales han formado recursos humanos y formado espacios de capacitación en las universidades, donde los nuevos profesionales se ven limitados por los recursos económicos el poder emprender tareas de información o el manejo de recursos tecnológicos asociados a la red.

Cada 30 de junio se recuerda al Día del Bibliotecario, a mis amigos que trabajan en este oficio les pido que impongamos la tarea de promover un movimiento cultural que involucre a todos, con el objetivo de recobrar el ánimo social, la fortaleza y la voluntad del pueblo, para seguir recorriendo el camino que nos corresponde, y en el trayecto derrotemos a la ignorancia, la servidumbre, la incomprensión y el egoísmo.

Los bibliotecarios estamos inmersos es esa grande tarea social y estamos impedidos a obrar responsablemente, porque el trabajo que ejecutamos es de coeducación, junto a los maestros y al núcleo familiar. El bibliotecario es parte fundamental del programa de formación de la personalidad del individuo y por ello mismo, nuestra labor será hecha del modo más inteligente.

Es indispensable emprender una cruzada permanentemente a favor del movimiento cultural, hay que colocar la simiente en la fértil sementera y depararle cuidados: riego, poda, deshierbe, etc., y producir el fruto que nos nutre. Cuantas más semillas sembremos, tantos más frutos tendremos a nuestro favor. Cuantos más valores culturales no tienen precio, son como la libertad, la responsabilidad, el auténtico amor.

Debemos vitalizar los valores del espíritu, porque, al fin y al cabo, son los que constituyen la auténtica y feliz riqueza humana. Es importante llevar el libro y nuestra palabra a los niños y estudiantes de las áreas rurales y pobladores de aquellas regiones, organizándolos en centros de lectura y estudio en sus propias comunidades. Es necesario que el bibliotecario obtenga estudios en bibliotecología, certificados, diplomas o título como técnicos o licenciatura en bibliotecología, en Documentación y Archivística. Esto permite elevar el nivel de servicio de las bibliotecas, haciendo que no haga un solo niño) o adolescente en el país que no sepa leer y que los bachilleres que egresen de las Unidades Educativas sean mucho más eficientes en el rendimiento y estén vocacionalmente habilitados para seguir su carrera universitaria.

(*) Gestor Cultural, Licenciado en Derecho UTO, director ejecutivo del Centro de Documentación y Biblioteca Cultural Itinerante "Luis Ramiro Beltrán Salmón" en la ciudad de Oruro