Unión Europea disemina efectos

No podía ser de otra manera y lo que aconteció en la Unión Europea con la salida de Gran Bretaña, tenía que desatar una serie de incertidumbres en el entorno más próximo al desempeño de sus funciones, pero también tenían que diseminarse al mundo los efectos de ese estrepitoso sacudón.

El hecho, producto de un "referéndum popular", que determinó el abandono de Gran Bretaña en la Unión Europea, sacudió no sólo al entorno de las grandes finanzas de ese sector mundial, sus efectos hicieron saltar las bolsas de valores del mundo, especialmente las europeas, se marcó una caída histórica de la libra esterlina y por supuesto que el Euro apareció navegando en aguas turbulentas.

En el momento y tras los primeros días de sentir el remezón, el Reino Unido se siente confundido por el resultado de las urnas y frente a un incierto futuro, pues deberán ajustarse muchas clavijas para templar un nuevo sonido o clamor de las fuerzas sociales que, según los más radicales observadores, buscaron su total independencia, aunque sin prever la dimensión de las consecuencias.

Quienes siguen de cerca este delicado caso, como el líder europeísta histórico, Felipe Gonzales, ex mandatario de España, atribuye el caso a un "problema personal y de partido" generado caprichosamente por el primer ministro del Reino Unido, David Camerón, que impulsó un proceso de tendencia partidista poniendo en juego el interés británico y de la propia UE, que en adelante puede sentir con mucha fuerza el denominado "efecto dominó", que significa la caída una a una de las fichas o en este caso de las naciones afiliadas al europeísmo que puede quedar sumamente debilitado.

Varios y destacados analistas, al observar lo sucedido convienen en reconocer la existencia de un "marcado interés de un primer ministro por mantenerse en el cargo, buscar su reelección como resultado de un supuesto reconocimiento de las clases sociales por liberar la economía del Reino Unido, pero sin dar pautas claras de cómo hacerlo en el futuro". De ese hecho surgen las dudas y lo que viene es impredecible para Gran Bretaña, como resultará complejo el ajuste que debe aplicar la Unión Europea como tal, para evitar un "contagio" dicen, de ilusiones autonomistas, que justamente ya no funcionan en los esquemas de gobiernos democráticos, pero responsables de su base y sustento financiero.

La situación que se vive en los altos niveles de la comunidad europea muestra variables interesantes, el caso de Alemania que se considera la fuerza para mover la maquinaria de la UE, considera la decisión británica como un punto delicado en el proceso de integración europea. En Francia las opiniones son divididas, por un lado se festeja que Gran Bretaña apostó por su libertad, pero se pone en duda la solvencia para enfrentar la situación. Los españoles precisamente en un proceso de ajuste político, con cambios internos muy importantes, creen que el Brexit, puede ser la puerta abierta, para diseminar cambios en los sistemas financieros.

Fuente: LA PATRIA