Estación ferroviaria

En el país, donde, según el senador Pedro Montes, no hay fuentes de trabajo, crece la miseria y hambruna, la mención de que la estación de trenes es obstáculo para el desarrollo de la ciudad, constituye un lapidario presagio para que Oruro se prive de contar con el vital transporte ferroviario y por ende se amplíe la desocupación laboral.

Con este preámbulo, no podemos olvidar que desde hace un siglo y medio, Oruro es conceptuado como el eje central del movimiento carrilano nacional, aspecto que deben tomar en cuenta las autoridades locales teniendo la obligación de impulsar la reposición de la red occidental.

Es bueno recordarles que la ubicación envidiable de la ciudad, fue una estrategia para que el Presidente Aniceto Arce, lleve adelante el plan de extender las paralelas de acero tomando en cuenta a Oruro, como paso principal de la interconexión ferroviaria.

Igualmente, desde Uyuni la línea férrea abarcó a las poblaciones de Atocha, Tupiza y Villazón ingresando a suelo argentino y arribar hasta la misma estación de Retiro en Buenos Aires. Otra ampliación se concretó de Rio Mulatos a Potosí, Sucre y Tarabuco para luego ocuparse de conectar a La Paz con Charaña y el puerto chileno de Arica.

Ahora bien, en lo que respecta a la histórica estación de la Velasco Galvarro, conforme se conoce por documentos y publicaciones periodísticas, ante la evidencia de que la ciudad ingresaba a un proceso desarrollista urbano, en la gestión del presidente Alfredo Ovando Candia, se vio la necesidad de contar con una nueva estación modelo, sumándose el hecho de que este mismo mandatario declaró a nuestra urbe como Capital Folklórica de Bolivia y dotarle de una extensa planicie para la demostración vernacular.

Precisamente, según se sabe, también en la época militar, los presidentes René Barrientos Ortuño y Hugo Banzer Suarez, impulsaron el cambio de tecnología locomocional sustituyendo las máquinas a vapor por las a diésel eléctricas además de acudir a la consultora francesa Sofrerrail, que se encargó de organizar el servicio ferroviario que esos años era caótico por la creación de la Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE).

En la ocasión se decidió hacer más óptimo el recorrido de trenes, estableciéndose como proyecto que en Machacamarca, funcione la estación de carga y en San Pedro, al norte de la ciudad, esté ubicada la estación de pasajeros.

Ante la eminente declaratoria del Carnaval como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y el haberse determinado el recorrido de la entrada de peregrinación por la avenida 6 de Agosto, con la antelación debida, ENFE, mediante convenio firmado con la Corporación Regional de Desarrollo de Oruro, logra que esta segunda institución construya el terraplén de seis kilómetros entre al ex Metabol, la ciudad universitaria bordear la zona oeste y desembocar en San Pedro donde debiera estar construida la estación de pasajeros.

El trabajo se cumplió, debiendo haberse colocado sobre la plataforma del terraplén los durmientes y rieles, algo que no se efectuó, pero esa obra sirvió de mucho para hacer realidad la avenida de circunvalación que conocemos y la edificación del hotel y la terminal de buses "Hernando Siles" en los terrenos de la empresa ferroviaria ubicados en la zona este, que fueron concedidos en favor de Cordeor, como pago del terraplén construido. Con esas consideraciones, se debe insistir tener edificada la estación en San Pedro como parte del proyecto del tren bioceánico, buscando un nuevo trazo alrededor de la ciudad para el tendido de la vía férrea.