Viernes 24 de junio de 2016
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Hoy, 23 de junio, fecha en que escribe este artÃculo, se acostumbra a destruir la naturaleza y el equilibrio ecológico, de vital importancia para nuestra vida y de las futuras generaciones; aunque es digno reconocer que muchas alcaldÃas en el paÃs han iniciado programas de concienciación en la población para evitar quemar indiscriminadamente todo artÃculo que contamina y, que le es, a la propia naturaleza difÃcil, tomando su tiempo, reciclarse.
Por ello, cambiando el ritmo de cada artÃculo de prensa, hoy, en ofrenda a nuestra generosa naturaleza que se ha manifestado con especial generosidad en Bolivia, va un poema a ese ese propósito:
Salve ubérrima zona, que el astro rey vive en ti enamorado y en cada hectárea varÃa tu benefactor microclima. La urdimbre bucólica elabora tu verano; el invierno no atisba y se muere en el intento.
Tus aromas de vida animal y vegetal inmensurable dan consistencia a la esencia de la naturaleza, irrumpiendo sin lÃmites la vida.
Una malhadada carretera desune a los legÃtimos poseedores por intereses bastardos denigrándose el ser humano, y humo lanza el Estado para justificar su actitud sin desembarazarse de intereses polÃticos que conducen a la pugna, que contamina al ser humano inocente que cuida ese paraÃso, obligándolo a tomar bando según quien suba a la palestra.
